Henar Moreno | Candidata autonómica de la coalición Podemos-Izquierda Unida

«Si entramos en el Gobierno será para hablar de todo, no para que nos dejen una parcelita»

– ¿Aliviada?

– Sí. Hemos respirado. Más allá de analizar si es mejor o peor el pacto, lo que hay que celebrar es que hay acuerdo. Y alcanzarlo en un día tan relevante para nosotros como el 14 de abril creo que nos dará suerte.

– ¿Por qué les cuesta tanto a las fuerzas de izquierda llegar a acuerdos?

– A todo el mundo le cuesta mucho. En esta ocasión quienes están más divididas son las derechas. Toda negociación es un ejercicio de cesión. En esta ocasión, hay una fuerza, Podemos, que fue mayoritaria, pero en política las cosas cambian y eso siempre genera reticencias. Pero lo que hoy tenemos que poner en valor es que, pese a las dificultades, hemos alcanzado un acuerdo. Ellos también han sido capaces de reconocer el trabajo que, desde Izquierda Unida, hemos hecho en estos cuatro años.

– ¿Han quedado heridas en la negociación?

– En todos los procesos de negociación quedan heridas. Pero, más que en la negociación, quedan heridas de los últimos cuatro años, en los que Podemos estatal no ha estado a la altura a la hora de actuar con celeridad. Esas son heridas no tanto para IU como para sus propios compañeros en La Rioja. Creo que la actitud será constructiva. Este será el factor determinante para que no haya un Gobierno de la derecha en nuestra comunidad.

– Raquel Romero fue finalmente expulsada de Podemos, pero no podemos olvidar que Podemos la puso ahí. ¿Teme que su gestión sea un hándicap para la coalición?

– Creo que el trabajo que hemos hecho desde Izquierda Unida limpia todo eso. Hemos demostrado que se pueden hacer las cosas de otra manera. IU ha estado ahí para cambiar las políticas y, aunque quede feo que lo diga yo, a la hora de votar el nombre que encabezará la lista es el de una persona que ha jugado un papel determinante en los últimos años.

– ¿Su gran rival en las urnas será la abstención?

– Siempre lo es. El votante de izquierdas es mucho más crítico. Yolanda Díaz reivindicaba el 2 de abril en Madrid la ilusión y el optimismo, y yo también lo hago. Podemos generar todavía un proyecto ilusionante para el 28M.

– Pero cuando ese votante idealista ve que están ustedes discutiendo por sillas y dinero, ¿no le puede entrar el desánimo?

– Cualquier persona que vive en el mundo sabe que los términos más feos también se tienen que negociar. Pero lo importante es que el programa no se cuestiona. Y nosotros siempre ponemos en el centro nuestro programa electoral. Que lo lean y, si creen que la defensa que hemos hecho del mismo en los últimos años ha sido útil, que no se queden en casa.

– Hace cuatro años, también hubo coalición y sacaron dos diputadas, pero luego aquello duró cuatro minutos y cada una tiró por su lado. ¿Hay alguna garantía de que eso no vuelva a sucederles?

– Nunca hay garantías de nada. Tenemos un sistema representativo, que estipula que el cargo es del ciudadano y no de la organización. A mí, que soy una defensora de las organizaciones, eso no me gusta tanto. Los códigos éticos que firmamos a mí me obligan, espero que a las otras fuerzas también. No tengo por qué dudarlo. Por lo menos, el candidato de Podemos (Raúl Pérez) ha ganado unas primarias y tiene en esta ocasión el aval de más gente. No ocurrió así hace cuatro años, cuando (a Raquel Romero) la trajeron en avión de Berlín sin que ella hubiera participado en nada.

– ¿La gran diferencia entre Podemos e IU en La Rioja es que ustedes tienen mayor autonomía de decisión?

– Sí. Izquierda Unida tiene mucha más capacidad de maniobra.

– ¿Y hasta qué punto eso puede complicar el funcionamiento de la coalición?

– No, porque esa menor autonomía de Podemos era solo para firmar el pacto de coalición. Creo que la diferencia más significativa entre las dos fuerzas es la vertebración territorial que tiene Izquierda Unida, y no solo en La Rioja.

– ¿Le ha llamado ya aliviada la presidenta Andreu?

– Le he llamado yo. Es importante porque tenemos una estrategia global. Incluso el PSOE sabe que no habría hecho tantas cosas si yo no hubiera estado ahí presionando. Cuantos más votos haya a la izquierda, a esta coalición que acabamos de formar, más políticas se cambiarán.

– Si se pudiera reeditar el pacto de Gobierno, ¿pediría entrar en el Ejecutivo o preferiría seguir marcando la actuación desde el Parlamento?

– Eso siempre se tiene que valorar. IU nunca se ha negado a jugar un papel de gestión. Yo haré lo que la organización decida, pero creo que estamos en mejor disposición. Hemos demostrado que somos gente trabajadora y que podemos cambiar muchas cosas. A lo que no estamos dispuestos, y eso sí que lo digo con contundencia, es a que nos den una Consejería y nos dejen una parcelita. En un Gobierno de coalición hay que negociar la globalidad de las políticas. El Consejo de Gobierno es un órgano colegiado. Si entramos será para hablar de todo.

– Muchos lectores han comentado durante esta legislatura: «Aquí la que manda es Henar Moreno». ¿Cuánto ha mandado de verdad Henar Moreno?

– Más que mandar, hemos marcado el paso. Hemos determinado muchas políticas, aunque también nos hemos dejado pelos en la gatera. Quizá el momento de mayor tensión fue cuando negociamos el Presupuesto de 2020, porque debíamos dejar claro que a IU no se le imponía nada. En ese sentido copio a mi amiga Yolanda Díaz, cuando dice que ella es la última que se levanta de la silla. Hemos jugado bien nuestras cartas.

– Con tanta influencia, ¿por qué no impulsaron la rebaja del listón electoral al 3%?

– Porque no teníamos fuerza suficiente. Estaba en el acuerdo de Gobierno, pero se necesitaba una mayoría de tres quintos y para aprobarlo hacía falta el voto favorable de un diputado del PP.

– Al menos cuatro partidos minoritarios van a estar peleando por conseguir ese 5% de los votos, que es la cifra mágica que franquea el acceso al Parlamento de La Rioja. No es nada fácil. ¿Cree que este será el punto determinante de las elecciones?

– Creo que vamos a ser determinantes. En el ámbito de la izquierda este acuerdo es importante para intentar que no se pierda ningún voto. Va a haber solo dos listas de izquierda, una verdaderamente transformadora y otra más socialdemócrata y a veces incluso centrista. Podemos obtener muy buena representación. Nos jugamos que nos gobierne la extrema derecha; una extrema derecha que no tiene ningún pudor en limitar los derechos fundamentales. La garantía de que gobierne la izquierda es el voto a Podemos-IU o IU-Podemos, como queramos llamarle.

– Las encuestas son ahora favorables al PP, pese a sus líos internos, escisión incluida. ¿Qué ha hecho mal el Gobierno de Concha Andreu para arrancar la campaña en desventaja?

– Difiero. No todas las encuestas dicen eso. Y recuerdo que la última encuesta de hace cuatro años también le daba perdedor al PSOE. Hemos vivido una situación complicada y a veces la presidenta se equivoca porque, aunque hay que decir lo bueno que se ha hecho, no hay que negar la mayor. Una parte de la población, como consecuencia de la carestía de productos básicos, está atravesando muchas dificultades. Hay que avanzar en medidas que garanticen el acceso a una vida digna. Pero entendemos que la gente tiene la memoria suficiente para recordar cómo se afrontó la crisis en 2008, con recortes en sanidad, en educación..., y cómo se ha afrontado ahora.

– ¿Le gustaría que Yolanda Díaz se implicase en la campaña?

– Sería fundamental. Sé que va a estar limitada porque seguirá ejerciendo de ministra, pero seguro que nos mira con cariño.

– ¿Teme que un mal resultado, en La Rioja y en el resto de España, pueda lastrar las opciones de Sumar en las generales?

– No tanto como lastrar, pero es importante para construir Sumar que ahora se tengan buenos resultados. Si algo le puedo recriminar a Yolanda Díaz, por decirlo así, es que no haya estado implicada desde antes en este proceso de elecciones autonómicas y municipales. No se puede hablar de un proyecto de país sin hablar de autonomías y de municipios. Nos jugamos mucho, y este es el embrión de lo que va a ser Sumar.