«No hago más que llamar para saber cuándo son los autobuses y nadie me coge el teléfono nunca»

La primera llamada del día es de un vecino de Logroño que se queja del tipo de limpieza en algunas zonas de Logroño. «En el parque La Cometa hay un conserje regando a la una de la tarde poniendo todos los bancos mojados». Este vecino quiere que le expliquen por qué un sábado a esa hora «un operario de la limpieza está levantando mierda del suelo cuando los transeúntes están a pocos metros».

Otro vecino de Logroño se quejaba de la dificultad para ver los combates de boxeo durante los Juegos Olímpicos, en concreto el del sábado por la medalla de oro. Televisión Española había programado el combate a las 22.51, y a las 22.45 todavía no había conseguido ver «en ninguna página de internet el canal de la retransmisión». Este vecino pedía mejorar esa información porque «el boxeo también está en el medallero».

Una vecina asidua de la estación de autobuses de Logroño se queja de la atención al cliente. «Nadie, nunca, contesta el teléfono cuando llamo». Esta logroñesa no consigue que sus llamadas tengan una respuesta. «No hago más que llamar para saber cuándo son los autobuses y nadie me coge el teléfono nunca». Esta ciudadana pide que «por lo menos haya alguien al otro lado de la línea».

Un lector se hace eco del reportaje publicado ayer por este periódico en el que se enumeraban una serie de edificios públicos que buscan nuevos usos. En concreto, se refiere a la Residencia Iregua, afirmando que le parece «una buena idea» que esa instalación se utilice para cualquier tipo de acogimiento, como el de menores no acompañados, tal y como recoge Víctor Soto en su información. «Podría ser una manera de encontrarle utilidad a un lugar con tantas posibilidades y que ahora está desaprovechado», concluye.

Una vecina de Robres del Castillo llama a esta sección para dar un aviso a todos aquellos que hayan pensado en las pozas de la localidad como un lugar para refrescarse, «como anuncian en alguna cadena local de televisión». «Pueden ahorrarse el viaje porque están totalmente secas», afirma. «Por aquí, el río Jubera baja sin una gota de agua», remata.

La última llamada de hoy llega a modo de felicitación y va dirigida a la Cocina Económica, entidad que este año cumple 130 años. «He visto el reportaje que ha salido en el periódico y me ha parecido muy bonito», arranca su exposición este vecino de Logroño. «Además, me parece muy importante dar voz a organizaciones como esta que realizan una gran labor de ayuda a las personas que más lo necesitan», añade. Por último, este lector lanza un deseo al aire. «Ojalá algún día no fuera necesario el trabajo de instituciones como la Cocina Económica de Logroño:eso supondría que la pobreza se habría acabado», destaca. «Pero creo que, tal y como está el mundo, eso es solo una utopía», finaliza.

IDesde la calle Pino y Amorena de Logroño nos llega esta imagen de un contenedor de residuos orgánicos en el que se ha depositado un colchón y lo que parece ser un armario despiezado. Un vecino nos la envía junto al texto «incívicos» y se queja de quienes dejan sus residuos de gran volumen en la calle en lugar de llevarlos al punto limpio. «Da muy mala imagen», expresa.

• Temas
• Cocina económica
• Teléfono del Lector