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PAULA FERNÁNDEZ GIMÉNEZ - NUTRICIONISTA Y DIETISTA EN EL CENTRO NUTRIUM
Miércoles, 31 de enero 2018, 22:23
Los datos obtenidos acerca del consumo de verduras, frutas, hortalizas y legumbres son, desde el punto de vista nutricional, alarmantes. No sólo estamos en la cola respecto al consumo de estos alimentos, sino que el descenso es significativo en nuestra comunidad en los últimos años.
Esto indica que algo estamos haciendo mal.
Los vegetales deben ser la base de nuestra alimentación, especialmente los frescos (verduras, hortalizas, frutas y legumbres frente a cereales, en lo que a vegetales se refiere) y, por tanto, ese consumo debería ser mucho mayor, más en una región en la que el acceso a este tipo de productos es bastante sencillo, además de contar con una agricultura de excelente calidad. Sorprende que comunidades tan cercanas como Navarra, País Vasco o Aragón ingieran diariamente un tercio más que La Rioja.
Si hacemos un cálculo de la media de consumo, apenas llega a 2 raciones diarias de este tipo de alimentos por persona, se trata del equivalente a 2 naranjas grandes, por ejemplo, y estamos hablando de la única fuente de vegetales frescos en todo un día ¿Recuerdas la campaña 5 al día? Se basa en promocionar el consumo de frutas y hortalizas por sus beneficios para la salud.
¡Los riojanos no llegamos ni al 40% de estas recomendaciones!
Esto puede significar que este consumo se ve desplazado por la ingesta de otro tipo de alimentos (de origen animal, y lo que es peor, procesados, precocinados, superfluos...).
El escaso consumo de verduras, hortalizas y frutas se traduce, por un lado, en un mayor riesgo de déficits nutricionales como vitaminas, minerales, fibra... y, por otro, en el aumento de la probabilidad de sufrir sobrepeso y numerosas patologías asociadas.
Los profesionales de la salud tenemos que asumir la responsabilidad, ya que existe muchísima información sobre nutrición, numerosas personas preocupadas por su alimentación, pero una carencia evidente en formación en este tema.
También las políticas de salud deben asumir cambios para mejorar los hábitos alimentarios de la población.
Nos alimentamos varias veces al día, intentemos el siguiente reto: que el próximo año nuestro consumo haya aumentado, al menos, en una ración más diaria, lo que se traduce en datos en 240kg/persona/año.
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