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Juan Marín del Río
Logroño
Domingo, 23 de marzo 2025, 08:32
Soy pionera en el paisaje clásico; estoy muy orgullosa de haber sido la primera persona en desarrollar esta técnica en mis almazuelas y poder llevarla ... por toda España». María Luisa Gutiérrez (Corera, 1945) expone en las Bodegas Ontañón de Logroño una colección de almazuelas, unas piezas textiles formadas por diferentes telas unidas entre sí, que ha ido realizando durante las últimas tres décadas. Disponible hasta el 21 de junio, la exposición de la artista incluye un taller en el Templo del Vino de la bodega, en el que durante el mes de abril formará a las personas interesadas en estos tapices.
La afición de Gutiérrez por las almazuelas, o 'patchwork' como se conoce al arte de elaborarlas, nació hace tres décadas «aprovechando los retales que había por casa para hacer unas colchas de cama» y pocos años después, «en esa época rara en la que los chavales se han ido de casa», montó su propia tienda en la calle María Teresa Gil de Gárate de Logroño. Más de veinte años después, el comercio Mastelas sigue funcionando de la mano de su hija María, que imparte clases de costura de estas piezas.
Disponible hasta: El 21 de junio en las Bodegas Ontañón
En el Tempo del Vino: María Luisa Gutiérrez ofrecerá un taller de costura de almazuelas durante el mes de abril
Aunque las almazuelas de paisajes sean sus «preferidas», la obra de la corerana abarca todo tipo de diseños: figuras geométricas que trasmiten más o menos profundidad, diseños presentes en varios lugares de Logroño como la Casa de la Imagen o el Chalé de Sabas, el contraste de frío y calor reflejado en un café humeante y un vaso con hielos y hasta un danzador de Anguiano que parece haber sido fotografiado con un objetivo gran angular.
Sus almazuelas «no siguen un patrón», su obra no se clasifica por estilos, ni por épocas. Ganadora de varios «primeros y segundos premios» en el Festival Internacional de Patchwork de Sitges, celebrado desde hace veinticinco años y en el que las piezas riojanas han tenido presencia en todas sus ediciones, Gutiérrez destaca las obras que se han alzado con alguno de los reconocimientos.
«El juego de rombos unidos entre sí que está aquí en la exposición ganó un primer premio, el danzador de Anguiano se hizo con el premio al mejor diseño y varios paisajes han logrado el galardón al mejor clásico». Esta misma semana, la artista ha viajado a la ciudad catalana en la que varios aprendices del taller de Mastelas han presentado sus cuatro trabajos geométricos al jurado, aunque esta vez no han obtenido galardón.
'Pesas más que una almazuela'. Esta popular frase forma parte de una innumerable lista de expresiones castizas que construyen el patrimonio cultural y lingüístico de La Rioja. Según la propia artista, el origen del término almazuela nació con «algunos testamentos vitales de Villoslada en Cameros en los que se leía 'dejo esta almazuela a este familiar', y a partir de ahí se popularizó la palabra que es exclusivamente riojana». Lola Berasoain, una «santera que es referente en la historia de la almazuela aquí en la región», afirma que esta pieza textil fue documentada por primera vez en los textos riojanos del siglo XVII.
Otros municipios de la zona también albergan una gran tradición en el arte de la almazuela. Pradillo, donde se han encontrado piezas de varios siglos atrás, celebra desde hace doce años la Fiesta de Almazuelas Colgadas.
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