«Lo que más me gusta es recibir a amigos en mi casa»

Cuenta que aunque no podrá ser igual ni en frecuencia ni en cantidad, su aspiración va a ser la de siempre: «Acoger a gente en casa y enseñarles nuestros pueblecitos, monasterios, los múltiples recursos naturales y gastronómicos... «Soy afortunada porque tengo una casa espaciosa que es donde más disfruto y, sobre todo, por mi huerta», admite.

Cuando pasa lo más intenso del verano y llegan septiembre y octubre es cuando Inmaculada coge vacaciones en el trabajo y, ahí sí, cada año repite la misma rutina: «Voy a Mallorca a navegar y también viajamos al extranjero». Este año, consciente de la situación, espera «poder hacerlo pero siendo consciente de que quizás no vaya a ser posible en función de la pandemia».