La Gran Recogida de Alimentos te quiere a ti

2A mí me ayudaron cuando llegué a La Rioja y ahora que me van bien las cosas, soy yo el que quiere echar una mano a los demás». Luciano, rumano de 40 años que lleva 16 en La Rioja, se dirige decidido con una bolsa cargada de arroz y aceite a uno de los voluntarios participantes en la Gran Recogida 2021. «No, este año las donaciones se hacen en caja, pero si quiere, puede llevar la compra directamente al Banco de Alimentos», le invita Bueyo García, de 61 años, que este año se estrena en la iniciativa solidaria, mientras reparte tarjetitas blancas donde se explica la nueva fórmula -a causa de la pandemia- a todos los ciudadanos que entran en el Lidl de Vara de Rey. La mayoría las cogen, las miran y se comprometen a hacer su colaboración al pasar por caja. Alguno, muy pocos, dicen que preferían entregar directamente los alimentos. «¡Que tengáis mucha suerte y que consigáis mucho dinero!», les anima una cliente. La campaña, que empezó el viernes y se prolongará hasta el 25 de noviembre, no ha podido comenzar mejor.

La misma escena se repite en el BM, de Avenida de Madrid. Ahí el voluntario Luis Canele hace un balance satisfactorio: «En media hora se han donado más de 200 euros, hay gente que ha dejado 30, 40 euros..., se notan las ganas de ayudar, muchos ya lo han hecho otros años y siguen haciéndolo...», remarca complacido.

Los voluntarios representan el alma del Banco de Alimentos, que este año contará con 1.100 colaboradores, aunque a fecha de hoy todavía faltan por cubrir algunos puestos en los diferentes puntos de recogida, por ello desde la entidad animan a la sociedad riojana a apuntarse para colaborar con esta campaña. que se prolongará hasta el próximo jueves.

Su función única, pero importante, será informar en la puerta de los establecimientos de que, por segundo año consecutivo, la organización comprará por el dinero donado en cada establecimiento los correspondientes alimentos para llevarlos seguidamente a su almacén y entregarlos a los beneficiarios. «Nosotros convertimos el dinero en alimentos, pero no lo vemos», recalca el presidente del Banco de Alimentos, José Manuel Pascual, para quien este nuevo planteamiento resulta más eficaz. «No permite ir haciendo acopio de los productos según las necesidades. Antes ocurría que, tras la recogida, acumulábamos muchos alimentos que había que repartir rápidamente por la fecha de caducidad, y luego a mitad de año volvíamos a tener el almacén vacío», señala convencido de que finalmente esta fórmula acabará imponiéndose porque, además, «desgrava». El Banco de Alimentos ha contado para su IX edición de la Gran Recogida de este año -amadrinada por la tenista Carla Suárez bajo el lema 'Es tiempo de donar'-, con 87 establecimientos. El mayor despliegue hasta la fecha. Por ello este año confían en superar los 381.803 euros recaudados el año pasado para cubrir las nuevas necesidades.

«¡Ojalá superemos esta cifra, de hecho este 2021 estamos teniendo muchas más peticiones de ayuda que nunca: en los que llevamos de año ya hemos recibido mil solicitudes más que en 2020», resume.

Si no fuera por ellos, la campaña no podría funcionar. Jesús Amelivia decidió hace cinco años integrarse en la gran familia del Banco de Alimentos movido por la situación por la que en los últimos años están pasando muchas familias y por su ganas de colaborar. «Para mí es más gratificante ayudar trabajando que aportar dinero», señala este profesor de instituto, ya jubilado, quien invita a todo el mundo a participar en una experiencia que hace que uno se sienta bien consigo mismo. «Resulta muy enriquecedor y no es necesario dedicarle mucho tiempo, solo tres horas al día cada vez que hay una iniciativa como esta, aunque cada uno puede dedicarle el tiempo que desee».

Tras dejar la enseñanza, Jesús, de 63 años, decidió no cruzarse de brazos y hacer algo por los demás. «Veía las noticias en televisión de gente haciendo fila para recoger comida y pensé que podía hacer algo». Fue así como contactó con el Banco de Alimentos de La Rioja, desde donde se suministra alimentación al 3% de la sociedad riojana, tal y como señalaron en la presentación de la actual campaña de recogida.

«El contacto con la gente es una lección de vida. A veces ves personas con aspecto de pasar necesidad que, sin embargo, son las más generosas, aunque lo cierto es que se puede decir que todo el mundo colabora, independientemente de la zona de la ciudad donde se viva».

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