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«Gracias por sacarnos adelante». La frase la ha pronunciado Federico Soldevilla, pero podrían haberla dicho cientos de personas a las que el COVID-19 ha llevado la unidad de críticos del hospital San Pedro. Soldevilla, que fue durante 72 días «vecino» -como se ha ... autodenominado- de la unidad, ha hablado hoy en nombre de los pacientes y del grupo 'Insignias de San Bernabé', que reúne a aquellos que ha recibido este reconocimiento por parte del Ayuntamiento de Logroño y que, desde hace unos años, entrega un galardón anual. En este 2021, tras el parón obligado del 2020, no han tenido dudas, la Unidad de Medicina Intensiva (UMI). «Seguro que otras secciones del hospital también se lo merecen», pero «ellos han estado en la primera línea de batalla», ha justificado.
Y ellos, los médicos, enfermeras y resto de personal de la UMI no podían estar más agradecidos. «Es tremendo que de algo tan duro como esto podamos sacar cosas tan bonitas», ha reconocido María Macías, responsable de la sección. «Extraer algo tan bonito de una experiencia tan dura es parte de la grandeza de las personas», ha reiterado la médico, que ha destacado que «hay gente tan generosa» que permite transformar experiencias «a priori tan negativas en algo bonito».
En esa experiencia tan dura han obtenido otras conclusiones positivas como «las muestras de cariño que nos llegan» y «la sensación de equipo». Macías ha resaltado que trabaja «con un gran equipo» en el que «se han fortalecido las relaciones personales» y se ha mostrado «muy orgullosa» de la labor y «la profesionalidad de mis compañeros».
Unos compañeros a los que vio llorar en más de una ocasión «cuando las cosas no iban bien». Ha puesto como ejemplo a Federico Soldevilla «que siempre se hizo querer» y al que «es una maravilla ver con ese aspecto». En su caso, como en el de otros tantos la relación con las familias ha sido complicada durante la pandemia porque atender por teléfono requiere «un esfuerzo extra para intentar darle la calidez que puedes dar con la presencia».
A pesar de que son una unidad acostumbrada a trabajar con enfermos en situaciones muy graves, la atención a los afectados por el COVID-19 ha sido diferente. «Normalmente nuestro trabajo tiene mucho más control. Aquello nos sobrepasó; no tenía nada que ver con nuestra actividad normal. Fue una avalancha y perder la forma habitual de trabajar fue muy duro».
Como reconocimiento a esa profesionalidad y «la actitud para sacar adelante a muchas personas», según ha explicado Soldevilla, han recibido en el salón de actos del San Pedro una escultura realizada por Taquio Uzqueda, que recoge «la esencia de La Rioja», ya que combina dos pergaminos del siglo XVIII (como muestra de la importancia de la lengua en la región) y dos duelas de barrica (símbolo del vino), coronado todo ello con una argolla porque el círculo «es en la escultura de la divinidad y la sabiduría», ha explicado el artista.
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