Un goteo de millones para erradicar las fugas

Las ciudades conocen de sobra estos problemas. En Logroño, por ejemplo, importantes obras como las del Mercado de San Blas han sacado a la luz un problema latente pero en ocasiones poco conocido. También en Calahorra o en Alfaro se han encontrado con una problemática similar, que en Santo Domingo de la Calzada se ha llegado a convertir en cuestión política.

Hay muchos ejemplos de esta situación, de la que no escapan los pequeños municipios, tal y como recoge el Informe de Gestión del Consorcio de Aguas y Residuos 2023. En él, por ejemplo, se achacan directamente a las fugas significativos aumentos o bajadas de consumo dependiendo de si las averías han sido subsanadas o no.

El pasado año, por ejemplo, en Torremontalbo el incremento fue del 94%, mientras que en Cihuri las fugas se 'bebieron' un 33% más de agua de la habitual, en Hormilla un 31%, en Bañares un 22%... En el polo opuesto, otros ayuntamientos ahorraron (y mucho) después de dar con el problema y solventarlo: Villalobar (48%), Ollauri (22%), El Redal (28%), Galilea (19%)...

Esos ejemplos de buen hacer son los que desde la Dirección General de Calidad Ambiental, Cambio Climático y Agua se quieren seguir incentivando. Y hacerlo resulta oneroso y complejo. «La inversión en mejorar las redes con caras y no se ven porque son subterráneas, son obras poco agradecidas porque provocan cortes de calles, molestias... pero resultan muy necesarias», argumenta el director general José María Infante.

Actualmente, son tres grandes ejes los que vertebran estas actuaciones. El primero, destinado a la mejora de redes, se ejecutó entre 2022 y 2024 por un valor de 5,48 millones de euros «y ahora existe una segunda orden de 2,5 millones hasta 2026», explica Infante.

Además, otra gran línea es la que se enmarca en la 'Plataforma para el control, gestión y explotación digital del agua en La Rioja', conocido como Pladiagua. Se están licitando 2,5 millones de euros para que los ayuntamientos controlen el agua que sale de sus depósitos y también conozcan en cada momento el estado y salubridad de esa agua. Por último, el plan de digitalización de infraestructuras y de depuración del Consorcio ha invertido 7,7 millones en lograr «lograr una visión del consumo en cada momento y de cómo se devuelve el agua», prosigue el director general.

Los fondos europeos (a nivel nacional existe un PERTE de digitalización del ciclo del agua) han permitido financiar buena parte de estas actuaciones (más de 8,5 millones de euros) y en un futuro próximo llegarán más.

Por ejemplo, digitalizando un depósito de agua se puede conocer en cada momento si se produce un gasto excesivo y buscar el problema de forma casi inmediata. También si hay salidas extraordinarias que no se corresponden a las registradas y que indican posibles captaciones ilegales.

«Sabemos que existe un potencial de mejora importante en todo el sistema y estamos trabajando en ello. La solución a las fugas, por ejemplo, no pasa por meter más agua a la red, como se ha hecho. Es un trabajo complejo y valoramos el compromiso de los ayuntamientos y de los sistemas supramunicipales», concluye Infante.