Después de una década en Berlín desempeñando múltiples trabajos, Raquel Romero ha pasado en pocos meses de ser designada 'a dedo' cabeza de lista de Podemos a ocupar un escaño vital para investir a Concha Andreu, entrar en el Gobierno de coalición y quién sabe ... si a corto plazo capitanear también su partido. Licenciada en Periodismo, Romero rebate las críticas sobre su ascenso y la configuración de su equipo, aferrándose a la misma palabra que invoca el PSOE tras un acuerdo más que arduo: estabilidad.
-¿Qué experiencia de gestión acumula para dirigir una consejería en un gobierno autonómico?
-No poseo experiencia a ese nivel, como casi ninguno de los consejeros. Eso nos une y nos hace tener muy buena relación porque estamos aprendiendo juntos; además, creo positivo que personas que no hemos formado parte mucho tiempo de la política institucional entremos y demos un aire nuevo al Gobierno tras años de gestión que al final se veía desgastada.
-¿Con qué presupuesto cuenta su departamento?
-La Dirección General de Cooperación maneja ahora unos dos millones de euros. En el resto de las áreas la idea es ampliar todas las partidas ahora que empiezan a diseñarse los nuevos Presupuestos para impulsar las políticas de participación y retorno que no se han llevado hasta ahora de forma muy profesional.
-¿A qué obedece que un mes después de la toma de posesión su consejería sea la única sin una figura clave a nivel administrativo como la del secretario general técnico?
-Estamos buscando a la persona idónea, que no siempre es fácil. Se trata de un cargo de funcionariado y seguimos valorando diferentes perfiles. De todos modos, no nos preocupa en exceso y estamos funcionando sin ningún problema.
-¿Existe alguna reticencia entre el personal de la Comunidad Autónoma para trabajar a su cargo?
-En absoluto. Es más, nos consta que tanto los 70 funcionarios adscritos de forma directa o indirecta a Participación como las 8 vinculadas a Cooperación quieren seguir trabajando en nuestra consejería.
-Una consejería inexistente hasta ahora y asignada a Podemos después de que en las negociaciones exigieran en principio tres para facilitar la investidura de Andreu.
-Es notorio que las negociaciones aquí fueron de las más complicadas que se dieron en todos los gobiernos autonómicos de coalición, pero también las más satisfactorias para todas las partes. Un éxito que lamentamos que en España no se haya dado y vayan a repetirse elecciones. Como en todos los procesos negociadores se fueron acercando posturas, aunque nosotros en ningún caso hablamos de tres consejerías...
-¿Mintió entonces Andreu?
-La cuestión no es si tres o 300 consejerías. Lo que se planteó fue la capacidad de Podemos para participar dentro del Gobierno sobre un número indeterminado de carteras para cumplir nuestro objetivo: hacer políticas que puedan mejorar la vida de la gente dentro de un ejecutivo progresista. Fueron las negociaciones más complicadas que se dieron en España y, sin embargo, el Gobierno de La Rioja va a ser el más estable de los que se han conformado en todas las comunidades del país para que las próximas elecciones sean en el 2023. Ésta no es una consejería añadida, sino una cartera fundamental para gestionar la participación de la ciudadanía y los derechos humanos, que aunque están recogidos en la Constitución y el Estatuto a veces son más una carta a los Reyes Magos que no siempre se cumple.
-Su compañera en el Consejo de Gobierno, Ana Santos, se sorprendía de que Podemos no reclamara gestionar los Servicios Sociales.
-Yo estuve en las negociaciones, ella no. Cuando planteamos entrar en el Gobierno no sólo se habló de qué áreas asumir, sino que se trabajó en un extenso programa de gobierno que se analizó punto a punto.
-¿El acuerdo programático que suscribieron PSOE e IU y al que al final se adhirió Podemos?
-No fue el mismo acuerdo.
-Efectivamente, se sumaron aspectos como la prohibición de apoyar mociones de censura.
-Eso fue una petición expresa del PSOE para dar estabilidad y nos pareció bien porque nuestra intención también es esa. En el documento final se incluyeron muchísimas medidas relativas desde igualdad hasta desarrollo rural. Entendíamos que la persona encargada de liderar el Gobierno, que en este caso era Andreu, es quien debía ofrecer qué espacio correspondía a Podemos desde su idea de estructura y se consensuó que fuera participación y derechos humanos. Una cuestión que no es que sea importante, sino lo único importante. Por su carácter ejecutivo transversal y porque sin derechos humanos no tenemos vivienda, ni educación, ni equidad...
-¿Hubo indicaciones del PSOE de quién debía dirigir la Consejería?
-En absoluto.
-¿No se le exigió a Podemos que fuera una mujer?
-Eso sí. Entendíamos que era positivo que el Gobierno fuera paritario y, además, podíamos asumirlo ya que dentro del partido hay muchas mujeres preparadas para asumir ese reto.
-¿Y cuándo se decidió que esa mujer fuera usted?
-Mantuvimos conversaciones con el PSOE y se entendió que para la estabilidad del Gobierno y del proyecto en La Rioja la mejor opción es que yo fuera la que encabezara una consejería que no es un solo nombre, sino un equipo completo.
-Podemos, sin embargo, nombró en principio a Nazaret Martín.
-Entre medias hubo noticias que no quiero relatar porque pertenecen a la intimidad de las personas que hicieron que Nazaret renunciara y se abriera la posibilidad de que otra persona ocupara el cargo.
-Ahí se anunció, también antes que usted, a Amelia Revuelta.
-La designó la gestora a la que yo pertenecía en una reunión celebrada mientras asistía a la sesión de investidura como diputada y, por lo tanto, ni estuve presente ni ese nombramiento tenía legitimidad.
-¿Las noticias que refiere son el dossier filtrado sobre presuntas irregularidades de Nazaret Martín?
-Prefiero no comentar esa cuestión. Se trata de asuntos personales y ella renunció por voluntad propia.
-¿Tuvieron usted o su entorno algo que ver con ese dossier?
-Lo desconocíamos por completo. Para mí fue una sorpresa descubrir ciertas cosas que dentro de un equipo deben saberse para poder valorar la idoneidad de ciertas personas para ocupar ciertos cargos. Pero insisto, no voy a entrar en dinámicas sobre terceros que han decidido por sí mismos pasar a un segundo plano.
-Dos de los participantes en la negociación que llegaron desde Castilla-La Mancha le acompañan ahora en la Consejería con un sueldo a cargo del erario público riojano.
-Parece que en este Gobierno sólo se ha nombrado a un director general y un jefe de gabinete cuando han sido muchos, de los cuales una parte tampoco son riojanos. Axier Amo (jefe de gabinete) tiene raíces riojanas y Mario Herrera (director general de Participación) ha adquirido un gran conocimiento de la comunidad en estos meses recorriendo todos los pueblos para conocer las necesidades de cada uno en su área. No hay problema en que una persona no haya nacido en La Rioja para ser el más riojano y gestionar políticas regionales. Uno es de donde tiene la maleta y yo misma sentí cierta xenofobia durante los diez años que fue emigrante en Alemania. La Rioja está perdiendo población; nuestra obligación es atraer talento.
-A diferencia de Herrera, otros directores generales foráneos no están investigados por injurias en la justicia ordinaria. ¿Conocía esta circunstancia cuando lo designó?
-Sí, claro. Todo el equipo me comunicó qué situaciones podrían saltar a la prensa en un momento dado. Lo que sucede en este caso es que hubo una denuncia de una trabajadora del grupo parlamentario de Castilla-La Mancha contra el exportavoz del grupo por trato sexista. Mario y otros liberados firmaron un documento interno de apoyo a esta mujer, la otra parte interpuso una querella contra ellos que se admitió a trámite en marzo y está en proceso de investigación.
-¿Dimitirá o le cesará en caso de que el proceso llegue al juicio oral?
-Si llega a darse, actuaremos en función del Código Ético del partido. Siempre es loable y positivo defender los derechos de los trabajadores y, de todos modos, tengo entendido que lo más probable es que el caso se archive porque se trata de una cuestión muy interna y en esta fase simplemente se ha tomado declaración a las partes.
-Ese mismo Código Ético prohíbe compatibilizar dos cargos institucionales, pero usted continúa como diputada y consejera a la vez.
-En otros territorios algunos compañeros han optado por dejar el puesto de representación al entrar en un Ejecutivo, pero otros no. En La Rioja estamos a la espera de celebrar una asamblea ciudadana que genere los órganos de dirección encargados de determinar la coyuntura de los diferentes cargos. Ahora mismo, la necesidad de dotar de estabilidad al gobierno y poder desarrollar políticas de progreso prevalece sobre el artículo del Código Ético al que usted se refiere.
-La estabilidad también depende del voto de IU, con quien Podemos compartió papeleta y ahora ejercen de forma independiente. ¿Cuál es su relación con Henar Moreno?
-La relación personal es buena y debemos trabajar para que sea excelente. IU es socio preferente de Podemos y Moreno, la representante del otro grupo que apoyo desde fuera al Gobierno al que pertenezco.
«El movimiento de Errejón no llega en el momento indicado»
La irrupción de Más País ante unas nuevas elecciones generales es para Romero un aldabonazo para la reflexión, aunque duda de que tenga efectos inmediatos en La Rioja. «El movimiento de Errejón no viene en el momento indicado y ahora genera más perjuicio que beneficio en el objetivo final: hacer políticas que cambien la vida de la gente», lamenta. «Separar de nuevo el voto de la izquierda eleva el riesgo de que gobierne la derecha en España», alerta para apostillar que «este tipo de decisiones no son casualidad» y denotan un problema intrínseco entre las formaciones a la izquierda del PSOE. «Es algo que debemos analizar y ver cuál es nuestra hoja de ruta tanto a nivel estatal como riojano; mi impresión es que a la larga deberemos entendernos entre todos los agentes y ver si Podemos es la fuerza capaz de generar la unidad de la izquierda o se articula algo más grande», sentencia. ¿Cabe que, como en otros territorios, cuadros de Podemos en La Rioja pasen a engrosar el proyecto de Errejón? «Yo soy afiliada de Podemos, he sido elegida por Podemos y soy diputada por Podemos», afirma Romero remitiendo al futuro que se concrete hasta la próxima cita electoral.
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