El Gobierno incluye con matices el gasóleo de calefacción en la bonificación de 20 céntimos

En la redacción inicial publicada en el BOE esta cuestión no quedaba clara. El decreto-ley recogía una bonificación «extraordinaria y temporal» hasta el 30 de junio del precio final de determinados productos energéticos, como la gasolina de 95 octanos, de 98, el gasóleo de automoción A, el gasóleo B (más refinado que el C y destinado principalmente a usos agrícolas en La Rioja), el gasóleo para uso marítimo, el gas licuado de petróleo (GLP) para vehículos, el gas natural licuado (GNL) para vehículos, el gas natural comprimido licuado (GNC) para vehículos, el bioetanol y el biodiésel... pero nada del gasóleo C o del B si este se destinaba a uso personal como generador de calor.

Por ello, durante los ocho días comprendidos entre la entrada en vigor del decreto el pasado 1 hasta la rectificación del Gobierno, los usuarios riojanos –en su mayoría, residentes en las zonas rurales donde proliferan este tipo de calderas– como los del resto de España no pudieron beneficiarse del descuento de veinte céntimos.

La nueva disposición establecida por el Gobierno central aclara que la bonificación también se extiende a quienes adquieran gasóleo para uso como fuente de calor. Eso sí, con una importante matización: siempre que consuman gasoil B, no C, que sigue excluido de la bonificación. Y ello, a pesar de estar específicamente concebido para su empleo en calderas de calefacción y de que su precio también se ha incrementado en el último año tanto como el B, rondando una media de 1,4 euros el litro, el 30% más caro desde principios de año.

Entre enero y febrero, últimos datos publicados por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES), los riojanos compraron 4.318 toneladas de gasóleo C. Si estuvieran bonificadas, el ahorro global ascendería a 863.600 euros, 431.800 al mes.