De Cos alerta en Logroño de los perjuicios de 'topar' los alquileres

El evento sirvió para que el responsable de la regulación del sistema bancario español incidiese en propuestas que viene realizando desde hace meses: un pacto de rentas para «repartir» las pérdidas que están provocando las tensiones inflacionistas y el inicio del «proceso de consolidación fiscal para reducir desequilibrios», lo que exige hacer discriminación específica de los apoyos y subvenciones públicos «focalizándolos en los hogares y empresas más vulnerables».

Hernández de Cos también compartió sus previsiones: la economía crecerá este año el 1%, «significativamente» menos que en 2022, y en 2024 y 2025 lo hará «el 1,6%, también inferior a lo previsto en diciembre». Mientras que la inflación general, a pesar de «la resistencia de la subyacente» y del encarecimiento de la alimentación, seguirá desacelerándose, terminando el año en el 2,8%, ratio «en cualquier caso alejada del objetivo del Banco Central Europeo (BCE) del 2%».

Eso sí, el descenso registrado por la inflación hasta el momento es atribuible «casi exclusivamente» a «la corrección de los precios de la energía», que tardará en «filtrarse en la subyacente». Y, una vez que se retiren medidas como la rebaja del IVA en algunos alimentos, «se producirá un repunte» del IPC. Además, y dado que «la incertidumbre es muy elevada», se podría prolongar «el endurecimiento» de la política monetaria y el escenario de subidas de tipos de interés.

Hernández de Cos enfatizó que el sector bancario español afronta solvente el torbellino que aún sacude al sistema financiero internacional, gracias a su «alta capacidad de resistencia y ratios de liquidez robusta». Con todo, el BCE sigue «haciendo un seguimiento estrecho» de la situación y «está preparado» para actuar en caso de que fuera necesario.

Asimismo destacó «la resiliencia» que está mostrando la economía española debido a la moderación de los precios de la energía, a la resolución de los cuellos de botella de las cadenas de valor (la crisis de materias primas) y a que los hogares, para compensar la caída de las rentas reales provocada por la inflación, han hecho uso del ahorro acumulado durante la pandemia, «aunque –avisó– cada vez queda menos de ese colchón».

Por ello, y ya en el turno de preguntas que le trasladó la directora de Diario LA RIOJA, Teresa Cobo, el gobernador insistió en su demanda de un pacto de rentas. Los salarios y los márgenes empresariales «se están comportando de una forma muy moderada» lo que, por ahora, ha conjurado los efectos de una inflación «de segunda ronda». Pero «sigue teniendo sentido repartir» la pérdida de poder adquisitivo, y los agentes sociales «deben trabajar en un pacto de rentas de forma independiente» al proceso electoral: «Yo no lo doy por perdido».

Por último, alertó sobre el riesgo de convertir los ingresos públicos extraordinarios en «gasto estructural», así como de las barreras «regulatorias» que obstaculizan los planes de las pymes para crecer y ganar tamaño.