La Real Academia de la Historia niega la cesión temporal de las Glosas

Capellán convocó esta mañana a los medios informativos para dar cuenta de la negativa inicial de la RAH y explicar los pasos que va a seguir su Gobierno, que ni siquiera descarta la vía judicial para reclamar el regreso de las Glosas Emilianenses al lugar en el que nacieron. De todos modos, la idea sigue siendo alcanzar un acuerdo con la Academia para que el Códice 60, que recoge el primer testimonio literario del protocastellano, sea la pieza estrella de una gran exposición que se celebre en San Millán en el año 2026.

Tanto si se consigue su cesión como si no, la muestra se llevará a cabo, según subrayó ayer Capellán. De hecho, ya se ha solicitado una reunión con el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, para garantizar la llegada de otras piezas de gran valor, ligadas con el monasterio y con los albores del castellano.

La batalla no ha hecho más que comenzar. Capellán aseguró el miércoles que «nuevas evidencias», que serán presentadas el próximo lunes, acreditan que la salida de las Glosas del monasterio de Yuso fue «ilícita», lo que incluso abre un posible horizonte judicial para reclamar su repatriación. Este informe ya está en poder de los Servicios Jurídicos del Gobierno, que pueden solicitar la opinión del Consejo Consultivo para escoger el camino judicial oportuno.

En cualquier caso, Capellán no da por cerrada la vía del diálogo con la Real Academia de la Historia y cree que esas «nuevas evidencias» pueden convertirse en un elemento más para que Carmen Iglesias «reconsidere» su decisión. Sostiene el presidente que la Ley de Patrimonio Histórico defiende la necesidad de que las piezas estén disponibles para su disfrute por el público y mantiene «el derecho» de los riojanos a contemplar, siquiera por unos meses, el monumento más célebre de su región: «Entendemos que el Códice 60 es patrimonio de los riojanos, en tanto que españoles pero también de una manera especial por su vinculación con San Millán», concluye.

La guerra por las Glosas se ha cerrado con una primera derrota, pero la contienda será larga y el resultado incierto. «Vemos permanentemente cómo piezas valiosísimas del patrimonio histórico han viajado a los lugares con los que tienen especial conexión, salvo que haya razones muy concluyentes que lo impidan», apunta Capellán. Ahora se trata de examinar qué razones aduce el académico bibliotecario para recomendar que no se cedan. En su carta, Iglesias ni siquiera menciona esos argumentos, sino que se limita a dar cuenta de la decisión negativa de la Real Academia de la Historia.