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C. N.
LOGROÑO.
Jueves, 25 de mayo 2023
La situación es «desesperante», sostiene el abogado Jon Zabala. «Lo pasas mal por el retraso que supone la suspensión de juicios, declaraciones, testificales y si normalmente ya hay retraso en los señalamientos, ahora es aún mayor». En su caso, sabe que muy probablemente tendrá ... que esperar hasta final del próximo año para que señalen de nuevo un juicio que tenía previsto este miércoles en Pamplona y que finalmente fue suspendido.
El cliente, que ya de por sí no entiende el retraso «normal» de la Justicia, con lo que está ocurriendo ahora «aún menos». «Hay gente que lleva meses esperando divorciarse, incluso divorcios de mutuo acuerdo, cuando antes en uno o dos meses estaba resuelto». Esta situación implica que, por ejemplo, uno de los miembros de la pareja no pueda comprarse una casa porque siguen casados, ni terminan de establecer las medidas ni las pensiones oportunas. Además, «si quieres informarte de un procedimiento, como están en servicios mínimos, no te cogen el teléfono, es una indefensión absoluta».
Durante la pandemia no hubo juicios y ahora, con la huelga, no hay señalamientos y por tanto el procedimiento no se termina, con lo que, en su caso, como no cobra hasta que acaba, tampoco ingresa. Al final, «parece que nosotros no estamos dentro del engranaje de la administración de justicia, que no somos parte, sino que estamos marginados».
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