Estoy seguro de que hasta la propia Cuca Gamarra se quedó patidifusa. Estamos en 2011. Todo el mundo sabía que el PP iba a ganar en el Ayuntamiento de Logroño, como en la Comunidad. Con eso de la crisis y la ola nacional, los riojanos ... de la gaviota lo tenían chupao.

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Pero fijo que hasta la propia nueva alcaldesa se quedó flipada con el resultado: de los 27 concejales, Gamarra se llevó 17. Y el PSOE los otros 10. La mega mayoría absoluta, nunca vista antes y difícil de ver después.

¿Qué pasó? ¿Tan mal alcalde había sido Tomás Santos y tan buena candidata era Gamarra? Probablemente ni lo uno ni lo otro. Lo que pasó es que por debajo de los dos grandes partidos se había liado la marimorena. Hasta cuatro formaciones estuvieron cerca de los 3.000 votos, por encima o por debajo: UPyD, PR, IU y aquel 'Ciudadanos de Logroño' que se inventó el ex alcalde Revuelta cuando se enfadó con Pedro Sanz.

Todos ellos se quedaron sin asiento en el pleno, pero a la vez dejaron sin representación a casi 12.000 votantes (el PSOE, por ejemplo, tuvo 21.000 entonces). Y así, la suma de partidos sin concejal provocó un resultado supercalifragilístico y sobrerrepresentó a Gamarra.

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¿Por qué les cuento (o les recuerdo) lo que pasó hace once años? Porque en mayo la situación tiene posibilidades de repetirse. Está el PP, está el PSOE y por debajo hay de nuevo una ensalada de minoritarios de difícil encaje y más difícil pronóstico. Veamos.

Por un lado está el espacio Podemos-IU. Que no tiene ni nombre. Uno ya no sabe si Yolanda Díaz se decidirá algún día a dejar de escuchar y ponerse a fundar algo. Pero mientras, Podemos tiene que hacer algo parecido a unas primarias en La Rioja, aprobar unirse con IU y conseguir que en Madrid le permitan unirse a una lista que lidere Henar Moreno. Están por la labor, pero ya veremos.

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Luego está Vox. Bueno, uno supone que está. Porque nadie sabe nada sobre la existencia de dicho partido en La Rioja. Vale que a los de Abascal las comunidades se la refanfinflan, pero esto quizá sea pasarse de castaño oscuro.

Por ahí anda también Ciudadanos. Otros que no tienen ni siquiera ejecutiva en La Rioja. Todo el mundo les da por finiquitados, pero es de suponer que algún voto rascarán.

Y también el PR. Los riojanistas se han subido esta semana al mejor carro al que podían, el de la 'España Vaciada'. Un movimiento inteligente, que seguro que les sumará... aunque no está claro cuánto.

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Todos ellos tienen delante un muro, el 5% de los votos que la ley marca como mínimo para entrar en el Parlamento de La Rioja. No es ninguna tontada de límite, y muchos minoritarios se han estrellado con él en la historia. Ahora mismo sería difícil apostar por si alguno de ellos lo conseguirá, pero (con la excepción de Ciudadanos) todos podrían hacerlo.

Y la diferencia entre que lo consigan o no es brutal. Uno puede imaginar un parlamento a cachitos con bloques imprevisibles a derecha e izquierda. O un trío con PSOE, PP y un tercero. Tan rara está la cosa, que ese número tres podría ser cualquiera sin que fuera demasiado sorprendente. O, incluso, un resultado a lo Gamarra si los del 5% no consiguen superar ese muro y muchos votos acaban sin representación. Sea como fuere, agárrense al asiento. Solo faltan ocho meses.

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Miércoles | Religión

Qué pasa con los concertados

Pregunta la Consejería de Educación al Ministro de lo mismo si puede impartir religión islámica en los colegios concertados católicos. En plata: si puede obligar a esos centros a dar esa asignatura. No es algo que nadie haya pedido, ni siquiera es una demanda más que en un puñadico de centros públicos. Ya los concertados no es que les haga mucha gracia tan peregrina idea. Así que uno se pregunta el porqué. Y la única respuesta es otra pregunta: qué le pasa al consejero Uruñuela con los concertados. Él respondería, como es normal, que nada. Pero lo cierto es que cada vez que su Consejería ha podido, ha optado por meterles el dedo en el ojo a los colegios religiosos sin mucho disimulo. Y con no poco regocijo de esa extraña cla que parece pensar que todo lo malo que le pase a la concertada es bueno para la pública. Una cla, por cierto, tan levantisca con los gobiernos 'populares' como consentidora con este. Ya me hubiera gustado a mí ver el despiporre de planes y libros de este verano con un consejero del PP. Hubieran salido, me parece, camisetas verdes hasta de debajo de las piedras.

Viernes | Van Gogh

Sopa de tontos

Dos jóvenes se pegan la mano a la pared de un museo después de tirar una lata de sopa de tomate a un cuadro de Van Gogh. Que menos mal que tenía cristal, el cuadrito.

Las chicas han conseguido aparecer en los móviles de todo el mundo, lo cual debe de ser un éxito, si el éxito se mide según el criterio del Tik Tok.

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Probablemente sean demasiado jóvenes para darse cuenta de que la notoriedad no es lo mismo que la respetabilidad, y de que una causa perfectamente loable sólo se ensucia si quienes la defienden son perfectamente tontos. Los que hablan de «superstición climática» estarán encantados con estas cosas.

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