Los gatos ante las olas de calor

Las mascotas, al igual que los humanos, sufren el calor. Es inevitable. Lo único que podemos hacer por los animales domésticos, y no es poco, es procurar que sobrelleven bien las temperaturas. Que tengan un espacio fresco y ventilado, acceso a hidratación y mojarlos para tratar de bajar su temperatura corporal son consejos básicos. Con los perros es más fácil porque los podemos pasear, sobre todo es mejor a primera y última hora del día si hace mucho calor, y favorecer que sea en un entorno natural para que, si hay un río, por ejemplo, se puedan bañar y así no se quemen las patas con el cemento o el asfalto.

Pero ¿cómo sobrellevan los gatos que no salen de casa las olas de calor cuando los domicilios se convierten en un horno? «Estos días de altas temperaturas podemos observar que los gatos se mueven mucho menos de lo que es habitual, se estiran en los suelos (sobre todo en los de terrazo, que son más frescos) y pasan las horas descansando para activarse brevemente cuando empieza a refrescar, al anochecer», explica Rosa Roldán, educadora canina y felina de Perrygatos. «En caso de salir de viaje, si el gato se queda en casa, es aconsejable dejar a su disposición abundante agua y asegurarnos de que alguien de confianza pasa a renovarla, al menos de forma diaria», aconseja Roldán.

Verter cubos de hielo en los cuencos puede hacer más atractiva la hidratación para las mascotas. Si dejamos al gato solo en casa no debemos confiarnos y debemos procurar que alguien lo supervise para que no le falte agua. Por otra parte, envolver alguna botella de agua congelada en una toalla puede favorecer el descanso de las mascotas en casa, aunque estas recomendaciones caseras se han comercializado en forma de mantas refrescantes y fuentes de agua. También existen pulverizadores de agua con los que poder refrescar al animal, pero hay que ser precavido porque a algunas mascotas, sobre todo gatos, les asustan y estresan y en tal caso será mejor evitar ese sistema.

«Conviene que no salgan al exterior en las horas centrales del día, es mejor que lo hagan a primera hora o por la tarde. Y si van a recibir sol directo, sobre todo si son de color claro, como los blancos, hay que aplicar protección solar, especialmente en la zona de la trufa y de las orejas», recomienda Celia Alesanco, etóloga felina y autora del libro 'Gatos. Manual de instrucciones'. «Si se alimentan con pienso, es bueno añadir a la dieta comida húmeda de calidad», aconseja Celia Alesanco. También es idóneo cepillar al gato habitualmente. «Al hacerlo retiramos el pelo sobrante y le ayudamos a gestionar mejor el calor», señala Alesanco.

«A algunos gatos les gustan los juegos de agua y les refrescan. Se puede poner una piscina bajita o un balde con agua y alguna pelota dentro para que jueguen», sugiere la etóloga felina. Eso sí, no hay que dejar a los animales solos ni con el aire acondicionado puesto ni con un ventilador encendido ya que puede resultar muy peligroso, es mejor mantener la casa lo más fresca y ventilada posible por medios naturales si no estamos nosotros en ella.

«El gato aguanta bastante bien el calor, quizá mejor que las bajas temperaturas, pero si respira fatigado, agitado, con sensación de angustia y la boca abierta, puede ser un síntoma alarmante, así que hay que llevarlo al veterinario porque no es normal», advierte el veterinario Carlos Bustillo, de la clínica Bustillo Veterinarios de Logroño. Otros síntomas de que un gato sufre deshidratación pueden ser diarreas, vómitos, falta de elasticidad en la piel.

«Los suplementos de agua, como las gelatinas para gatos, y la comida húmeda es muy conveniente, la comida en lata hidrata muchísimo, así como las fuentes, que les estimulan mucho para beber porque pierden la necesidad de tomar agua y se deshidratan con más facilidad», expone Carlos Bustillo.

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