Garpesa presenta concurso de acreedores ante su delicada situación económica

Por el momento, el funcionamiento de la compañía permanece inalterable y las cuatro tiendas que tiene en Logroño –en las calles Pérez Galdós, Gonzalo de Berceo, Chile y avenida de Portugal– así como el obrador siguen abiertos, con una veintena de trabajadores en total. Sin embargo, esta situación puede cambiar porque en próximas fechas el titular del Juzgado de lo Mercantil, encargado de tramitar el expediente, nombrará un administrador concursal. Este profesional, en base a la documentación presentada por Garpesa, determinará el futuro de esta panadería y pastelería fundada en 1966 por Emeterio García y Mario Pellejero –hoy la empresa está en manos de los hijos de ambas familias–.

Y las alternativas volverán a ser dos. Si se considera que la empresa es viable, el concurso de acreedores seguirá adelante y habrá que buscar la fórmula de ir reduciendo la deuda –mediante un convenio de quita y espera– con aplazamientos de pago incluidos. En cambio, también cabe la posibilidad de que se decrete la liquidación en caso de que no existe ese plan de viabilidad y ello conllevaría la disolución de la sociedad con el cierre de tiendas y el despido de trabajadores.

Los problemas que atraviesa Garpesa en los últimos años también le han obligado a deshacerse de establecimientos como el que cerró hace año y medio en Portales, pero antes dejaron de funcionar los de Vara de Rey, avenida de Colón o Primo de Rivera.

Hasta junio se han registrado 14 concursos de acreedores en empresas, seis menos que en el primer semestre del pasado año 2023, que se cerró con un total de 29 en La Rioja y fue la segunda comunidad con un mayor incremento en comparación con 2022 –del 16%– después de Navarra. Entre esos procesos decretados en este ejercicio destacan los de la fábrica de Cervera Plaza Chica o Bodegas Corral, una de las firmas vitivinícolas centenarias de la Denominación de Origen Rioja.