Garnica presenta un ERE para despedir a 45 trabajadores de oficinas

Hace una semana responsables de Garnica trasladaron a los miembros del comité la documentación para plantear un ERE que ha sorprendido entre los posibles afectados. Pero la «caída de la producción y el descenso de pedidos en los últimos tiempos están siendo grandes», han explicado portavoces empresariales a los representantes de la plantilla. Y los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) también se han ido sucediendo meses atrás, a pesar de que hace casi un año, en octubre de 2022, se materializaba la compra de Garnica por parte del fondo de inversión Carlyle, actual propietario de Bodegas Bilbaínas y que con anterioridad lo fue de otras importantes compañías riojanas como Palacios Alimentación o Arsys.

La cifra inicial de despidos propuesta por la firma ronda prácticamente la mitad de la plantilla -45 de un total que oscila entre 105 y 110 trabajadores- pero en principio no es definitiva porque ahora el comité de empresa trata de reducir ese número de salidas a un máximo de 30 con el fin de disminuir el impacto. Sin embargo, Garnica también ha informado a los sindicatos que dentro del mismo ERE presentado «se va a abrir un proceso para que toda aquella persona que quiera salir voluntariamente tenga las mismas condiciones que las pactadas en este expediente de regulación de empleo».

En este sentido, hasta el próximo 22 de septiembre, en principio, los trabajadores del centro de oficinas de Logroño pueden 'apuntarse', si así lo desean, a ese listado de bajas. «Dado que la producción no se ha recuperado, se necesita hacer un ajuste de plantilla», reconocían ayer en CC OO, sindicato mayoritario en esta sede central de Garnica, después de haber tenido las primeras reuniones con la dirección. Pero también consideran que en la cifra de 45 despidos hay margen para reducir el efecto negativo del ERE.

Durante este periodo de negociación que acaba de comenzar y que se prolongará hasta primeros de octubre, CC OO también tratará de «buscar el mejor pacto posible para estos trabajadores» afectados, sobre todo desde el punto de vista de las indemnizaciones, «porque el expediente no es por causas económicas sino productivas y organizativas».

Este descenso en la producción también obligará, según han asegurado distintas fuentes sindicales, a acometer una reorganización en las dos plantas de Baños y en la de Fuenmayor. Así, se prescindirán de los turnos de fin de semana -o se reducirán al máximo- y esa carga de trabajo se asumirá de lunes a viernes.

Lo que va a suceder en las plantas riojanas también se replicará en otras fábricas que tiene Garnica en España, como por ejemplo la de Valencia de Don Juan, en León. El lunes de la semana pasada la dirección de esa factoría y su comité de empresa mantuvieron una reunión y, según el portal leonoticias.com, la compañía comunicó su intención de quitar turnos de fin de semana pero garantizaba «preservar los puestos de trabajo», tal y como matizaron representantes sindicales a ese medio.

La sombra de una posible deslocalización a Francia y una progresiva reducción de la carga de trabajo lleva planeando desde hace meses sobre la fábrica maderera, lo que mantiene «el nerviosismo» entre sus trabajadores de Valencia de Don Juan. Ahora esa sensación de incertidumbre y preocupación se puede trasladar a La Rioja.