La fruta de hueso no es un caramelo

Como siempre, los precios de venta al consumidor se multiplican con respecto a los de pago al agricultor, por lo que el productor gana menos que el distribuidor. «El resultado es un diferencial que roza en La Rioja el 500% del árbol a la mesa», denuncia UAGR, que señala que «después de varias campañas consecutivas con precios por debajo del umbral de rentabilidad, la superficie dedicada al cultivo de melocotón ha descendido en La Rioja un 43% desde el 2006». Así, las frutas de hueso de verano como los melocotones, nectarinas, paraguayos y albaricoques ya no resultan rentables para sus cultivadores y de las 732 hectáreas que las cultivaban en el 2006 se ha pasado a las 416 actuales.

Ignacio Jadraque, agricultor de Alberite y responsable del sector frutícola de UAGR-COAG, expone que «en algún momento se ha dado un exceso de producción, pero no es el caso, el problema es que estamos en manos de las grandes superficies y cada vez el precio de la fruta es menor pero el coste de producción es mayor, por lo que nos produce pérdidas». Tiempo atrás la fruta de hueso fue rentable, «se podía trabajar, por eso se cultivaba, nos defendíamos gracias a las cooperativas», pero ahora, con la incursión de las grandes superficies en el mercado, la situación ha cambiado, «imponen los precios», se queja Ignacio Jadraque.

Por tanto, UAGR alerta de que «no es de extrañar el abandono del cultivo si durante los últimos años los precios que perciben los fruticultores riojanos se sitúan en torno al coste de producción, unos 35 céntimos el kilo, y tampoco el consumidor se beneficia de estos bajos precios que sufre el agricultor». En el 2006 el melocotón aumentó su precio en un 208% entre el campo y la mesa, mientras que este mes de agosto se ha incrementado hasta un 477% más, subraya el sindicato agrario. Un kilo de melocotón en una tienda se vende por encima de los 2 euros, casi seis veces lo que se le paga al agricultor, destaca UAGR.

A nivel nacional el panorama es «desolador», en palabras del responsable del sector de fruta dulce de la COAG, a la que pertenece UAGR: «Los productores de fruta 'financian' la nueva estrategia de las cadenas de distribución: fruta más barata desde el inicio de la campaña de verano para que ese suelo marque la tónica en los meses restantes y les facilite ganar cuota de mercado en frescos respecto al comercio tradicional».

Analizando el diferencial de precio entre el árbol y la mesa se observa que en la campaña 2019 se ha situado en un 538% para el melocotón y un 543% para la nectarina, con niveles máximos en mayo de 633% y 643%, respectivamente, por encima de la media de las últimas cinco campañas. El resultado no es otro que el abandono de explotaciones, muchas de ellas familiares, y una perspectiva negativa. «Es difícil concienciar al consumidor, pero sería fundamental empezar por ahí», expone Ignacio Jadraque, consciente, además, de que «la venta del melocotón es más directa porque tiene menos conservación, apenas son 15 días».