Ver fotos

Muchas familias abarrotaron el cementerio de Logroño para honrar juntos a sus difuntos. Juan Marín
Todos los Santos en los cementerios riojanos

Entre flores y añoranza

Los cementerios de la región vuelven a ser escenario de una peregrinación masiva de riojanos, que no renunciaron a la tradición en un soleado día de Todos los Santos

Martes, 1 de noviembre 2022

De la intimidad del día a a día a la tradición pública y multitudinaria que abarrota cada cementerio de la comunidad cada 1 de noviembre.

Publicidad

Miles de riojanos volvieron a cumplir este martes, Día de Todos los Santos, con la cita con aquellos seres queridos ... que ya no están, esos a los que se añora durante todo el año aunque, de alguna forma, permanecen en este mundo gracias al imborrable recuerdo que dejaron, una huella que el tiempo, por muy prolongado que haya sido su paso, es incapaz ni siquiera de difuminar.

Coronas, ramos y mucho sentimiento, en La Barranca. Justo Rodríguez

El sol se encargó muy pronto de eliminar cualquier resto de las neblinas matinales que amenazaban con decolorar la jornada e hizo lucir sus mejores rayos otoñales para garantizar la estampa ideal en los floridos camposantos. Las puertas abiertas y los paseos acogieron un goteo incesante de visitas que, sumadas, se transformaron en otra multitudinaria exhibición de respeto y homenaje a aquellos que dijeron adiós.

El buen tiempo animó también a los najerinos a acudir a un camposanto repleto de flores para honrar a sus seres queridos. En Santo Domingo hubo ramos de flores y melancolía. En la última imagen, tres mujeres depositan flores en Calahorra. Félix Domínguez/Javier Albo/Isabel Álvarez

Retiradas las hojas secas y las viejas flores marchitas, eliminado el polvo de los sepulcros, tumbas y nichos, los ramos recién adquiridos dibujaron un paisaje multicolor. El estallido de tonos blancos, amarillos, azules, rojos y verdes trazó un boceto idílico, un marco en el que cada visitante se dejó llevar por lo que emanaba de su interior: hubo llantos desconsolados por el luto demasiado reciente, lágrimas de emoción, sonrisas al recuperar algunas viejas anécdotas, oraciones, dulces besos y caricias en los marcos y grabados que hace tiempo fijaron los sonrientes rostros fotografiados en el pasado.... y mucha añoranza.

En el cementerio de Haro, muy concurrido, se ofició una misa. El camposanto de Alfaro, a mediodía. En la última imagen, gran afluencia en el cementerio de Arnedo. María Caro/ Ernesto Pascual
Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad