Los alumnos riojanos encaran los diez últimos días de preparación antes de la EBAU. Juan Marín

La flexibilidad adoptada durante el covid eleva medio punto las notas de la EBAU

Los riojanos serán los primeros en afrontar las pruebas de acceso a la universidad sin que hayan llegado los cambios de la Lomloe

Víctor Soto

Logroño

Sábado, 25 de mayo 2024, 08:17

La EBAU 2024, la de la transición hacia una nueva selectividad aún llena de incógnitas, ya está lanzada. El jueves concluyó el plazo de matrícula para los próximos exámenes de junio que en La Rioja volverán a ser los más madrugadores de España. Los días ... 3, 4 y 5 están programadas las fases general y específica de la prueba de acceso a la universidad con un modelo que viene de la pandemia y que no ha variado aunque esta se dé por enterrada.

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En el curso 2019/2020, el de los confinamientos y las incertidumbres, se desarrolló una EBAU más laxa que acabó con una nota media de 7,18. A partir de ese período académico, las medias se dispararon por encima del 7,5: un 7,548 en el curso 2020/2021, un 7,604 en el 21/22 y un 7,503 en la última convocatoria, con algunos centros como el IES D'Elhuyar, Maristas o Duques de Nájera que rozaron el 8.

Estas cifras suponen un importante salto respecto a los registros históricos que, hasta hace una década, no llegaban al 7 y que desde entonces y hasta la irrupción del coronavirus rondaban entre el 7,1 y 7,2.

Cada vez más opciones para los alumnos, que pueden escoger entre diferentes cuestiones adaptándolas a sus conocimientos, permiten entender ese incremento, que no solo se ha registrado en La Rioja, sino en el resto de las comunidades. Y que ha elevado la puja por las plazas en muchos grados convirtiéndolas casi en una subasta al alza que no tiene techo.

El 3 de junio los entre 1.400 y 1.500 alumnos que se presenten a la EBAU (la Consejería aún está gestionando los datos exactos tras el reciente cierre de matrícula) deberán enfrentarse a una prueba con pequeñas variantes respecto a la del curso 2022/2023.

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La más significativa es que hasta ahora existían cuatro pruebas comunes para todos, la denominada fase general: Lengua Castellana y Literatura II, Lengua Extranjera e Historia de España. En esta selectividad, seguirán esos cuatro exámenes, pero los estudiantes riojanos podrán elegir entre Historia de España e Historia de la Filosofía.

Además, tras la implantación de la Lomloe que este año debería corresponderse con una nueva prueba de acceso a la universidad que aún no ha llegado, el alumnado, especialmente el del Bachillerato de Artes, tendrá la opción de examinarse de Análisis Musical, Artes Escénicas y Dibujo Artístico. También contarán con más variantes los de la modalidad general, los de Ciencias y Tecnología o los de Humanidades y Ciencias Sociales.

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Además de la fase general, se mantiene la específica, con un mínimo de dos exámenes que se corresponden con asignaturas de modalidad de Segundo de Bachillerato, la rechazada entre Historia de España o Historia de la Filosofía, y una segunda lengua extranjera.

Caballetes en las aulas

La adaptación a estas materias conlleva la aparición de un nuevo escenario para examinarse. En el antiguo IESComercio de Logroño se ha adaptado un aula con caballetes y tomas de agua para que los estudiantes del bachillerato de artes puedan evaluarse de Dibujo Artístico.

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Todo está preparado en lo logístico y también en lo que afecta a contenidos. «Desde el inicio de curso se está trabajando de la mano de la URcon los coordinadores de cada área para definir las pruebas y su estructura general», explica Miguel Ángel Fernández, viceconsejero de Educación, Universidades y Formación Profesional. Los últimos detalles se resolverán en estos diez días que los alumnos apuran para estudio y repasos antes de encarar una prueba que puede marcar su trayectoria vital.

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