Hay cosas que las hace el que tiene que hacerlas, básicamente porque los demás no pueden. Aunque quieran. Y sobre todo cuando no quieren. Y me explico.
Publicidad
Que La Rioja está llena de construcciones ilegales lo saben hasta los niños de teta. Es la consecuencia de dos mareas de fondo, una mejor que la otra. Por un lado, el apego de los riojanos por el terruño, en una comunidad en la que ser 'de pueblo' ha sido siempre justamente entendido como un orgullo. Pero por otro, muchos pueblos riojanos han sufrido de modo secular de una extrema relajación municipal. Vamos, que cada uno hacía con su casa, en casco urbano o fuera de él, lo que le venía en gana.
El resultado de ese desorden ha sido que La Rioja tiene una buena cantidad de pueblos a los que, en fin, podemos definir como incómodos de mirar. Por no llamarlos feos. Que sí, que cada uno tiene su encanto... pero en algunos hay que mirar mucho hasta encontrarlo.
De esa relajación secular vienen estos lodos. Porque resulta que los munícipes de ahora se encuentran con una opción diabólica: cumplir la ley y perder las elecciones, o hacer de su capa un sayo y permitir por omisión lo que sólo se puede llamar delito urbanístico continuado.
Es decir, meter mano, por ejemplo, en las casillas arnedanas hubiera requerido de sus sucesivos alcaldes un casco, un tanque y resignarse a no volver a pisar un bar de la localidad. Y a perder las siguientes elecciones, claro. Por eso las cosas siguen, en lo básico, igual que siempre.
Publicidad
No echo demasiado la culpa a los sufridos alcaldes de ahora, que conste: la suya es una herencia que pesa mucho. Así pues, ¿qué se podía hacer para poner coto a un problema así?
Lamentablemente, tenía que ser la justicia. Era necesario que el fiscal sacara el mazo del que dispone, que es un mazo que resuena mucho: el de la denuncia. Un alcalde puede hacer la vista gorda ante una casa de aperos a la que le nace un porche y una piscina, pero difícilmente lo hará si teme que puede acabar en el banquillo por ello.
Es triste, en fin, pero inevitable: tenía que ser el fiscal.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.