E. PASCUAL
Lunes, 7 de septiembre 2015, 00:49
Las fiestas por la Virgen del Burgo guardan un carácter más íntimo, propio, para los alfareños. Lejos de la llegada masiva de visitantes como ocurre en las patronales de agosto, éstas se circunscriben con un ambiente casi familiar en las calles próximas a la iglesia ... de la patrona.
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Las terrazas toman las calles, los niños juegan por los carretones entre las mesas, las cuadrillas comparten charla, brindis y encuentros. Más tranquilas, más reposadas, pero igualmente disfrutadas.
Pese a ese sentido más local, se abrieron ayer para recibir a los 190 corredores que participaron en la primera etapa de la VII Ruta Jacobea del Ebro, que salió desde Rincón de Soto para dar gran ambiente al soleado mediodía. Con calor veraniego, la suelta de reses bravas transcurrió con emoción pero sin sobresaltos. Eso sí, la atracción del día fue el Concurso de Lanzamiento de boina organizado por la peña Pararrayos y el Ayuntamiento, con 114 participantes y muchas risas.
Las fiestas respetan la jornada laboral y hoy sólo cuentan con el concierto de la Agrupación Musical Alfareña a las 21.30 en el Trinquete.
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