La bomba abre las fiestas de Arnedo

Y el calendario llegó al 26 de septiembre, ese día que tiene algo mágico que transforma por completo a la ciudad del calzado. Con la emoción de la coronación de la reina y las damas, y del pregón de raíz que regaló Mari Cruz Garrido, los arnedanos dijeron adiós al jueves con vaqueros, camisas, jerseys... con cierto aire otoñal.

Pero pisó el calendario el 26 de septiembre y las nubes se despejaron. Sí, como cada año, la visita de la concejala de Festejos, Noelia Moreno, a llevar huevos al convento de las Clarisas regaló ayer el sol para el día más esperado por los arnedanos. Y cumpliendo el feliz ritual, renovaron el calendario y vistieron la ciudad con las camisas, chaquetas y fajas blancas, rojas, verdes y negras de las cuatro peñas.

La cuenta atrás fue cumpliendo su tradición. En el despacho de Alcaldía, los representantes de la Tao, Lubumbas, La Chispa y La Quincalla recibían la subvención con la que organizan los actos que enriquecen estas fiestas. A la par, el alcalde, Juan Antonio Abad, y la edil de Festejos anudaban los pañuelos rojos a la reina y las damas, a la pregonera y al misionero Carmelo Pérez-Aradros, que ayudaría a lanzar la 'bomba'.

El reloj avanzaba y la plaza Nuestra Señora de Vico cada vez estaba más llena, cada minuto vibraba con más nervios, con más fuerza. Hasta que a las 12 en punto, tras el sonido de la sirena de Tao, el alcalde, la reina, Ángela Morán y Pérez-Aradros, salieron al balcón central del Ayuntamiento. «Arnedanos y amigos venidos de fuera, disfrutad en alegría compartida de estas fantásticas fiestas por San Cosme y San Damián», saludó Abad antes de prender la mecha.

Y la 'bomba', como llaman los arnedanos al cohete anunciador, subió al soleado cielo. Con su estallido, la plaza Nuestra Señora de Vico vibró, saltó, gritó... y se fundió en el abrazo y la felicitación. «¡Felices fiestas!», era el deseo compartido para esta semana, hasta la noche del 2 de octubre. Y la felicidad llenó las céntricas calles con el bailado pasacalles de las peñas con sus charangas, con las cuadrillas de vermú, de comida... ¡de fiestas de Arnedo!