Las primeras semanas de marzo de 2020 la ciudadanía asistió atónita a sucesos más propios de una película de ciencia ficción que de la realidad cotidiana. Todo parecía una distopía: gente con mascarillas, controles policiales, calles desiertas, bares cerrados, aplausos en los balcones... y mucha ... tristeza. Estas son algunas de las imágenes que reflejan los momentos más significativos de aquellos aciagos días que hoy vienen a la memoria con el regusto de que no fueron reales. Pero sí. Dicen que la mente bloquea los malos recuerdos y ahora aquello parece un mal sueño. Pero ocurrió. Esta pequeña selección de fotos lo demuestra.
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En las jornadas anteriores, la Policía Nacional y los sanitarios habían tenido que acudir para que se hicieran efectivos los confinamientos de los contagiados
En las jornadas anteriores, la Policía Nacional y los sanitarios habían tenido que acudir para que se hicieran efectivos los confinamientos de los contagiados.
Las calles de la ciudad estaban controladas por la Guardia Civil. la Policía Nacional y la Policía Local para envitar que la gente saliera de sus casas
Sólo se veía a algún vecino o viandante que transitaba entre los bares cerrados.
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También la otra zona de pinchos, la calle San Juan, tenía esta triste apariencia.
La calle Portales presentaba este penoso aspecto.
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La siempre repleta céntrica calle logroñesa estaba prácticamente vacía.
Los niños fueron los que más sufrieron los efectos del confinamiento.
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Carteles, vídeos y canciones animaban a los ciudadanos a quedarse en casa.
La Autovía del Camino apenas tenía circulación.Una imagen apocalíptica: las carreteras estaban desiertas. Poca gente viajaba por las vías riojanas.
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Sólo se podía salir para adquirir los productos básicos y había que guardar una distancia prudencial.
Los perros nunca habían paseado tanto. Era la única manera de salir de casa.
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Las máquinas de comida y bebida estaban clausuradas.
En la ciudad jarrera se produjeron los primeros casos.
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Los ciudadanos contemplaban atónitos la intervención de la Unidad Militar de Emergencia.
Las vías logroñesas se desinfectaban para tratar de evitar la propagación del virus.
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En las calles de localidades como Uruñuela los propios ciudadanos desinfectaban en la medida de lo posible.
En los centros de mayores también intervino la UME.
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Una de la imágenes más impresionantes de la pandemia. Los ancianos de las residencias trataban de tranquilizar a la sociedad.
Muchos vecinos estaban totalmente aislados y se ayudaban y comunicaban entre sí a través de las ventanas.
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'Todo saldrá bien' era el lema que colgaba de muchos balcones desde donde muchas personas trataron de animar a los ciudadanos.
También desde el Hospital San Pedro los ingresados se comunicaban con el exterior..
El hospital San Pedro estaba colapsado por las continuas urgencias de afectados por covid, que tenían que despedirse de sus familiares sin saber si iban a volver vivos. El miedo era inmenso.
Era muy común ver a la Policía Nacional en la puerta de Urgencias.
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El personal sanitario no sabía realmente a qué se enfrentaba. Esta imagen corresponde a un fin de turno uno de esos primeros días en el San Pedro.
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