Cada vez son más los riojanos que sufren algún trastorno del sueño y que recurren a los fármacos para tratar de conciliarlo. Un consumo al alza que, de hecho, perciben desde la irrupción de la pandemia en las propias farmacias de la capital riojana. «Está ... disparado el consumo de estos medicamentos, tanto los que vendemos con como sin receta, que son los que llevan melatonina», explica Beatriz Sabrás, propietaria de Sabrás Farmacéuticos, mientras apunta que «todos los días» acuden a comprar algunos de estos fármacos que se dispensan con receta, como Orfidal, Trankimazin, Lexatin o Stilnox.
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En la misma línea se muestra Sonia Fernández, quien afirma que «se ha incrementado» la venta de estos medicamentos, «sobre todo de las pastillas para dormir con receta médica, los psicótropos que mandan los médicos y, después, de los productos naturales, que son los que llevan melatonina y que podemos dispensar sin receta».
En este sentido, apunta que «se nota que cada vez viene gente más joven» y que «llevamos unos años, desde la pandemia, en los que se están viendo muchos problemas para conciliar el sueño, todo producto del estrés y del nerviosismo». De ahí que desde el covid, «se esté incrementando tanto el uso de psicótropos como de antidepresivos para dormir».
Manuela Pisón, farmacéutica titular de la Farmacia Pisón Jubera, constata que «a raíz de la pandemia se ha disparado el consumo de estos medicamentos», que sobre todo «se nota» entre los jóvenes. «Las personas mayores no pueden dormir porque disminuye su melatonina, pero en los jóvenes se nota que el consumo es mayor», expone mientras advierte que entre los riesgos de estas pastillas está que «crean adicción y luego es muy difícil dejarlas». No solo eso. Como expone Sabrás, «inducen al sueño y cuestan dejarlos cuando los tratamientos son largos».
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