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La Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad presentó este miércoles ante la Audiencia Nacional un recurso contra el Ministerio de Educación por entender que discrimina de las ayudas públicas a alumnos con este trastorno, unos 1.500 en La ... Rioja. La organización argumenta que el real decreto excluye a estudiantes con TDAH, dislexia, discalculia o disortografía, y solicita que puedan recuperar estas prestaciones que sí venían recibiendo hasta 2013, tal y como señala Josefina Rodríguez, presidenta de la asociación en La Rioja, quien señala que la prevalencia del TDAH es de un 5% de la población infantil y adolescente.
Para poder optar a este tipo de ayudas se deberá acreditar un 33% de discapacidad, una decisión que la presidenta de ARPANIH considera totalmente discriminatoria, porque es algo que no cumplen «aunque eso no signifique no necesiten una apoyo educativo». La exclusión de este colectivo en las becas que convoca anualmente el Ministerio de Educación deja además, según la portavoz riojana, en riesgo social, personal y educativo a los menores más desfavorecidos, ya que sin esta ayuda no podrán disponer de un refuerzo educativo para pagar las intervenciones psicopedagógicas específicas a cargo de profesionales, que son el objetivo de las ayudas. Se trata de subvenciones de entre 800 y 900 euros: «Un dinero muy necesario entre algunos de nuestros socios por la situación sanitaria que atravesamos, de hecho hemos detectado situaciones de máxima vulnerabilidad».
La Federación solicita que el alumnado con TDAH y con dificultades de aprendizaje «pueda acceder a las becas sin tener que presentar ni discapacidad, ni trastorno de conducta, al igual que acceden otros colectivos dentro de los trastornos del neurodesarrollo». Entienden que el Ministerio debe dar respuestas prioritarias a quienes, con un trastorno del neurodesarrollo acreditado científicamente, encuentran dificultades a su desarrollo humano. Josefina Rodríguez destaca que la presentación de esta demanda pone de manifiesto que el Gobierno tiene una deuda con el TDAH.
«Hace ocho año sí se cobraban para las necesidades específicas de apoyo educativo, ahora reconocen que suprimirlas es un error, pero de momento todo sigue igual», recalca Rodríguez.
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