«Hay familias enteras viviendo en una sola habitación»

Pérez cuenta, además, que fuera de ese mercado de alquiler social, los requisitos que se piden resultan, en muchos casos, desproporcionados. «Eso hace imposible que esas personas accedan a una vivienda en un mercado libre y que se multipliquen las ofertas por habitaciones», destaca. «Así, en 2023 multiplicamos las ayudas para este tipo de alquiler y, en muchas ocasiones, hay familias enteras viviendo en una sola habitación», lamenta para hablar después de los precios. «Se han disparado;en Logroño la media puede ser unos 300 euros por habitación y no encuentras nada por menos de 250», recalca.

El director de Cáritas La Rioja, por último, ofrece unos datos y hace una reclamación. «El año pasado dedicamos 264.000 euros en ayudas directas:el 63% fueron para alquileres y, de ese porcentaje, el 21,5% se destinó a habitaciones, no a viviendas completas», cuenta. «Hacemos lo que podemos, pero el panorama es desolador porque desde hace años las administraciones públicas, de cualquier signo, han renunciado a hacer verdaderas políticas de vivienda», certifica.

Para Jaime Caballero, el de la vivienda es un asunto «muy importante» y en el que queda «mucho por hacer». El directivo de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN) asegura que el porcentaje de alquileres sociales por habitante se sitúa en La Rioja en el 0,16% mientras la media nacional es del 0,9%. «Así que para llegar a estar en esa media, necesitaríamos unas 2.000», señala.

Para Caballero, dos son los asuntos más importantes en los que hay que incidir para tratar de bajar la tasa de pobreza. Uno es el empleo y el otro la vivienda. «Los precios están llegando a unos niveles que están permitiendo a los que alquilan hacer una especie de 'casting'», cuenta. «Tienen donde elegir, por lo que si se presenta alguien con estabilidad laboral lo priorizan ante otro que esté recibiendo ayudas o cuente con el apoyo de entidades sociales», argumenta.

«Ahora cuesta lo mismo una habitación que lo que antes costaba alquilar un piso», sentencia Caballero, quien termina asegurando que este es un problema que continúa creciendo. «Cada vez hay más familias que no pueden permitirse un alquiler», concluye.