La familia pide a la juez las llamadas a la Guardia Civil y a la Policía sobre Almeida previas al crimen de Lardero

Almeida, en prisión desde que presuntamente cometió el asesinado del pequeño Álex, no pasaba desapercibido. De hecho, ya había despertado los recelos de los vecinos del barrio Entre Ríos de Lardero, donde se instaló en abril de 2020, tras más de 22 años en prisión por el crimen de la inmobiliaria y obtener la libertad condicional.

La acusación particular, tal como explicó a este diario, trata así de no dejar ningún cabo suelto, blindar la acusación contra Francisco Javier Almeida, que ha pasado prácticamente la mitad de sus 55 años entre rejas, y dirimir posibles responsabilidades.

Redondo ya reclamó esta misma información, aunque anteriormente lo hizo como abogada de la acusación popular, ejercida por la asociación Clara Campoamor. La petición fue rechazada en primera instancia y recurrida después. Ahora es la Audiencia Provincial de La Rioja la que deberá decidir sobre la conveniencia o no de aportar las llamadas y denuncias que las familias del entorno hicieron los días previos al crimen de Lardero ya sea en dependencias de la Policía Local del municipio, como ante la Guardia Civil.

La petición, que ahora se efectúa por partida doble, trataría también de reforzar la tesis que sostienen algunos vecinos en el sentido de que Almeida habría estado buscando con anterioridad posibles víctimas en un parque y un colegio muy próximos al número 5 de la calle Río Linares, edificio en el que residía de alquiler.

La Fiscalía también ha tomado cartas en el asunto y de oficio, como ya publicó este diario, e investiga la posible implicación del condenado por el crimen de la inmobiliaria en dos intentos de agresión sexual a dos niñas de la misma zona, cometidos presuntamente los días previos al asesinato de Álex.

Tres días antes del crimen, la madre de una pequeña interpuso una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Villamediana de Iregua. Según las diligencias a las que tuvo acceso este diario, a la altura del número 8 de la calle Río Linares, un individuo le había preguntado a la menor si era amiga de su hija Sara, luego la invitó a subir a su casa para que jugara con ella. Declinó la invitación. En la descripción que hizo de aquel individuo, la niña calculó que tendría unos 50 años. Francisco Javier Almeida, nacido en Logroño, cumplió los 55 el pasado día 13.