La falta de profesionales, un problema acuciante que requiere medidas de máxima urgencia

La titular de Salud fue más allá y reclamó al Ministerio la convocatoria urgente de un Consejo Nacional de Salud para buscar soluciones a la que calificó de «grave» falta de médicos de Atención Primaria. Un problema que depende del Gobierno central y que afecta a todas las comunidades. De hecho, La Rioja no ha sido la única región en pedir la mencionada convocatoria, también la han cursado otros responsables sanitarios.

La falta de especialistas en Medicina de Familia, tal como señaló la consejera, «es una cuestión que está lastrando la organización y calidad en las prestaciones a nuestros pacientes. Es el primer eslabón, el más básico y sobre el que las comunidades no tenemos capacidad para actuar».

El Gobierno riojano considera preciso ejecutar un plan de choque para dotar al Sistema Nacional de Salud de más especialistas, en concreto en el ámbito de la Medicina Familiar y Comunitaria. En este sentido, recuerdan al Ministerio los acuerdos que se aprobaron en 2018 y que fueron consensuados con el conjunto de las comunidades autónomas.

Dentro del necesario plan de choque acordado por varios Gobiernos autonómicos, entre ellos el de La Rioja, destacan seis actuaciones prioritarias que son competencia estatal y que el Gobierno central «debe implementar de manera urgente», señalan.

La primera de las actuaciones consiste en garantizar que el sistema de elección de plazas MIR no deje plazas desiertas, como ha ocurrido este año con más de 200 en toda España; así como que las adjudicadas queden efectivamente cubiertas.

Reclaman también ampliar por vía de urgencia el número de plazas de formación médica especializada en Medicina de Familia y Comunitaria para afrontar el relevo generacional y el déficit agravado durante años. Para ello es necesario un sistema de acreditaciones de unidades docentes más flexible y ágil.

La cuarta actuación es la convocatoria extraordinaria del MIR en Medicina Familiar y Comunitaria. Las últimas serían la creación de un registro estatal de profesionales sanitarios que oriente las necesidades de formación de especialistas y el desarrollo competencial del especialista en Medicina Familiar, con tiempo y espacio para que recobre su rol como eje vertebrador de la mejor atención integral de los ciudadanos.