Fallece el sacerdote albeldense Tomás Ramírez, quien ejerció dos décadas en Santo Domingo y Arnedo

El sacerdote riojano Tomás Ramírez ha fallecido este mediodía a los 80 años después de llevar cuatro días ingresado en un centro hospitalario. Al conocer su muerte, quien le relevara en la parroquia de la ciudad del calzado, Javier Martín ha querido expresar el agradecimiento de toda la comunidad arnedana por los 19 años que estuvo como párroco en la iglesia de Santo Tomás y San Cosme y San Damián.

Nacido en Albelda, formado en el Seminario y tras pasar unos meses por Roma, comenzó su sacerdocio durante mes y medio en Clavijo antes de ejercer en su Albelda, de 1968 a 1981. Excursiones, teatro, desfiles de moda… Tomás Ramírez promovió de todo para agitar la vida en su localidad antes de su traslado a Santo Domingo de la Calzada, donde contaba «cayó en la tentación del arte y de escribir». De ahí que se convirtiera en un referente en la investigación y en la formación.

En 1999 fue destinado a Arnedo, donde se alió con las asociaciones y colectivos para impulsar la labor social y se centró en «trabajar por las personas», contaba. Desde la guía del Vaticano II, Ramírez se caracterizó por la defensa de una iglesia cercana, preocupada por «los descartados» y en estar cerca de la gente, alzando siempre la voz buscando la igualdad y la justicia en distintos ámbitos, desde el industrial al político. Y también en reformar sus templos, huellas por las que los arnedanos le recordarán.

En septiembre del 2018, a los 78 años, se retiró a descansar ante las designaciones de párrocos marcada por el obispo de la Diócesis, Carlos Escribano. Entonces, los arnedanos le dedicaron un homenaje sorpresa lleno de emoción en la iglesia de Santo Tomás.