Imagen de la autopista AP-68, con tráfico pesado, en la zona de Agoncillo en donde discurre en paralelo a la N-232. Justo Rodriguez

La gratuidad de la AP-68 ya le ha costado a La Rioja 60 millones

Las medidas adoptadas para compensar el retraso de la liberalización de la autopista y la salida de los camiones de la N-232 han costado 5 millones al año en el último lustro

Lunes, 29 de marzo 2021, 07:22

El Gobierno de La Rioja ha pagado ya 54,3 millones en las medidas de gratuidad de la autopista y las bonificaciones para desviar el tráfico pesado de la N-232 a la AP-68. Esa es la factura para las arcas regionales ... acumulada entre 1999, cuando empezó a aplicarse la exoneración del peaje entre Logroño y Agoncillo y 2020, cuarto año en el que se asumió el coste de derivar los camiones de la peligrosa nacional a la vía de pago. A ese gasto se añadirán durante este ejercicio otros 5,73 millones de euros, lo que elevará el coste total en estos 23 años a 60,03 millones de euros.

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La liberación de los peajes se hizo por fases. En 1999 se acordó ampliar la concesión de la autopista en 15 años, hasta 2026, a cambio de un rebaja de los peajes del 39,5% de manera inmediata «hasta que se desdoble la N-232», sostenía entonces el Gobierno regional. Hasta 2005 el acuerdo recogía la gratuidad del tramo Logroño-Agoncillo, pero desde 2006, ejercicio en el que se condicionó la gratuidad a la instalación en los vehículos del dispositivo de VIA-T, se amplió hasta Navarrete para unir los polígonos de Lentiscares y El Sequero. A estas iniciativas se sumó un año después el retorno gratuito para todos los trayectos que se realizan en el día dentro del recorrido riojano.

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Al principio, La Rioja financiaba en solitario estas medidas, pero en septiembre de 2007 el Ministerio de Fomento comenzó a colaborar en la gratuidad del tramo Navarrete-Agoncillo, aunque renunciando definitivamente a la liberación total entre Haro y Alfaro.

En 2010, el Gobierno central empezó a cofinanciar los tránsitos ida y vuelta en 24 horas, pero incumplió su promesa de rescatar el tramo de autopista en el entorno de Logroño (lo que será la Ronda Sur) dada su difícil capacidad presupuestaria en aquel momento. Cuatro años después, el Ministerio de Fomento se hizo cargo junto a la concesionaria, sin coste para el Ejecutivo regional, de una nueva bonificación de hasta el 75% del peaje que, como las anteriores, estaría vigente «hasta que se produzca el desdoblamiento en su totalidad de la N-232 en La Rioja».

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De forma paralela, a lo largo de estos 23 años, el desdoblamiento se ha estancado administrativamente (en Navarra concluyó en 2008 y en Aragón lo hará a finales de 2022), la autopista se ha impuesto como solución a la duplicación de la nacional en La Rioja y el único tramo en obras de la futura autovía A-68 es el de la futura nueva circunvalación de Logroño. Al final, todo está fiado a que decaiga la concesión de la autopista dentro de cuatro años.

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