Una explosión hace medio año en una discoteca de la 'Zona' de Logroño acabó con un trabajador muerto

Fernando Arce Martelo, taquillero de este local durante los fines de semana desde hacía casi una década y que compatibilizaba ese trabajo con el de empleado de una empresa de distribución de pescado de lunes a viernes, sufrió unas graves quemaduras que le afectaron al 70% de su cuerpo y falleció diez días después, el 10 de abril, en el hospital Miguel Servet de Zaragoza.

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Mateo Balín

Arce Martelo, que tenía 45 años, estaba casado y era padre de dos hijos, se encontraba en el momento de la deflagración en el pasillo del establecimiento, el lugar más afectado por la llamarada que duró unos segundos. El taquillero del local y otro trabajador resultaron heridos, pero la peor parte se la llevó el primero, que primero fue trasladado al hospital San Pedro de Logroño y después a la UCI del centro médico aragonés, que tiene una unidad especializada en grandes quemados.

Lo que sucedió aquella noche es lo que se conoce como efecto 'backdraught' (contracorriente) y como consecuencia de una acumulación de gases no quemados y la irrupción de una corriente rica en oxígeno, se produce una deflagración turbulenta y una bola de fuego y gases calientes que es proyectada al exerior.

Con motivo del incendio, dos vecinos de la vivienda ubicada justo encima de la discoteca, en el número 25 de la calle Vitoria, fueron evacuados al hospital por inhalación de humo.