La madre que retuvo al exhibicionista de Logroño: «Se cambió de ropa para despistar»

Al llegar a la esquina de Gonzalo de Berceo con la calle Tejada, el hombre creyó que había logrado huir «y entonces empezó a cambiarse, porque llevaba otra camiseta y otros pantalones debajo para despistar». «Había premeditación porque nadie va con dos prendas por la calle», añade.

El presunto agresor retornó por Luis Barrón con dirección de nuevo hacia el parque cuando esta ciudadana se encaró con él. «Le dije que no volviese, que le estaba grabando y se intentó golpear y le repetí que estaba grabando todo. Me decía que estaba enfermo», recuerda.

Dos patrullas policiales llegaron al lugar («no creo que tardasen demasiado, pero a mí se me hizo muy largo», rememora), donde ya había otras personas pendientes de lo que ocurría. Allí tomaron declaración a los testigos y se llevaron al hombre, que en su historial cuenta con un antecedente previo por otro delito similar. «Sé que las familias de las menores han denunciado. La verdad es que te quedas intranquila porque esa vez igual le bastaba con enseñar sus partes pero, ¿y la próxima vez?», se pregunta.