Ni se llevó dinero de la caja ni ocultó la información contable de la mercantil a los inversores. Así lo ha defendido este miércoles el exdirector general de Rioja Airlines, Luis Miguel de Les, desde el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial, donde ... se enfrenta a cinco años y medio de cárcel por los presuntos delitos de apropiación indebida, administración desleal y falsificación de documento mercantil. Una pena que la Fiscalía ha mantenido al elevar a definitivas sus conclusiones. Mientras que la defensa ha insistido en la absolución y ha solicitado que, subsidiariamente, se tenga en cuenta la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas.
Publicidad
El promotor de la compañía aérea con capital 100% riojano, a preguntas de la Fiscalía y de la defensa, ha hecho hincapié en que él era quien llevaba la contabilidad a la espera de contratar a un director financiero, mientras tanto las cuentas estaban «al alcance de todo el mundo que quisiera entrar a mi despacho». Lo mismo, ha señalado, que las facturas que «estaban en una estantería abierta» de la oficina.
De Les, acusado junto a su mujer, para quien el fiscal pide 4 años de prisión por apropiación indebida, ha defendido su actuación para poner en marcha en muy poco tiempo una compañía aérea que, según ha dicho, llegó a sumar hasta 80 vuelos en los apenas tres meses en los que estuvo operativa. Se ha remontado a los inicios de la sociedad, hace 14 años, cuando contactó con personas interesadas en invertir en el proyecto. Ha asegurado que les expuso la idea «aceptaron e invirtieron». «Cada uno puso lo que quiso» y al final se registró un aumento de capital porque «cada vez se iba recogiendo más dinero y había más gente interesada en invertir». En las exposiciones del proyecto, ha explicado que también se informaba de que él mismo iba a ser el director general y que cobraría 7.000 euros.
Tres meses después de que despegara el primer vuelo de la nueva compañía con destino Alicante, presentó la renuncia porque «entendí que había perdido la confianza del consejo de administración, pero no fue a raíz de que le pidieran la información contable». «Fui una tarde a la empresa y me encuentro a unas personas, algunas accionistas y otras no. Había un ambiente que no me gustaba por cómo se me trataba, se dijeron tacos impropios y les advertí que si seguían por esa vía dimitiría y como siguieron dimití», ha relatado.
En aquella reunión, de acuerdo con su versión, los socios reclamaban beneficios y «en una mercantil, que al cierre del primer ejercicio se consigan es algo milagroso». «Había varios accionistas de empresas pequeñas que invirtieron pensando que a los dos o tres meses iban a tener beneficios, un concepto hasta infantil de lo que es invertir en una compañía aérea», ha manifestado.
Publicidad
Al final, ha asegurado que se abonaron 8 facturas por 56.000 euros a una sociedad de su titularidad, la última que le atribuye la Fiscalía no se abonó porque «yo ya había dimitido». A preguntas de su abogada sobre si se llevó algún dinero de la caja cuando renunció al cargo, De Les ha sido rotundo y ha asegurado que «en absoluto».
Durante su declaración, ha insistido que el papel de su mujer fue de mensajera. A ella la Fiscalía le atribuye que cobrara un cheque de 9.000 euros de la cuenta de la compañía en Barcelona. De Les ha asegurado que el destino de esa cantidad era presentar una reserva para negociar un contrato con una empresa holandesa que presta servicios de transporte aéreo.
Publicidad
Como había mucha cola en la oficina bancaria y él tenía otras gestiones que hacer en Barcelona, dejó a su mujer en la cola y después de tener el dinero voló a Amsterdam. Finalmente, con la empresa «no llegamos a ningún acuerdo, porque solo alquilaba aviones a compañías que ya tuvieran la licencia de explotación y el certificado de operador de línea aérea y por eso no nos prestaron ningún servicio». Luego regresó a Barcelona y después a Logroño. «Ese dinero se puso en caja de la sociedad, estuvo 36 horas fuera del dominio de la sociedad y luego volvió a caja», ha recalcado.
Llegado el turno de declaración de la acusada, ha negado que tuviera ninguna posibilidad de decisión sobre Rioja Airlines y que lo que sabía de la sociedad era lo que le contaba su marido. Al igual que había dicho minutos antes De Les, ha precisado que en el episodio de Barcelona su papel fue el de mensajera.
Publicidad
Un perito, encargado del informe pericial que elaboró según la contabilidad reconstruida de la mercantil, una contabilidad que, por cierto, ha asegurado que le «chirría», ha defendido que el acusado «fue por delante diciendo lo que iban a costar sus servicios». «Este señor hizo un trabajo, sí, que debía ser remunerado a través de una empresa, por supuesto, que se hizo a través de una sociedad, se hace así, eso es gasto para la empresa y eso se avisó a los accionistas, otra cosa es que no estés de acuerdo con esto».
El administrador concursal de la mercantil ha recordado que prácticamente no existía ningún documento. «Tuve que recurrir a un contable contratado para tratar de recomponer las cuentas». También ha incidido en que prácticamente todo el capital que se aportó a esa sociedad eran pérdidas.
Publicidad
Uno de los inversores, que aportó 60.000 euros a la sociedad, ha declarado como testigo que en ningún momento el acusado les habló de su retribución, es más «él nos lo negó». Ha rechazado que les facilitara el acceso a las cuentas. «Tenía especial interés en que no se supiera». Se enteró de las facturas que se emitían a través de otra sociedad del acusado en septiembre, cuando «logramos que los bancos nos dieran la situación contable de la empresa porque no teníamos firma. También nos dimos cuenta de que había dejado las cuentas a cero».
Otra de las inversoras ha incidido en la negativa a mostrar las cuentas por parte del acusado. «Él hacía y deshacía, no quería dar explicaciones», ha insistido.
El último de los inversores, por el contrario, ha señalado que la información que les ofrecía De Les era correcta y que se imaginaba que debía percibir alguna remuneración, aunque de esto no tenía constancia ni por escrito ni porque el acusado se lo hubiera dicho.
Noticia Patrocinada
Además de los cinco años y medio de cárcel, la Fiscalía pide para De Les una multa de doce meses, a razón de una cuota diaria de 10 euros, y a su mujer cuatro años y la misma multa económica.
Por responsabilidad civil, el acusado deberá indemnizar a los inversores en 81.339,99 euros y 9.000 euros en concepto de efectivo, siendo responsable civil directa solidaria la acusada en la misma cantidad.
¡Oferta 136 Aniversario!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.