Por la exaltación de nuestra tierra

Las cofradías de la Anchoa de Santoña, los Amigos de los Nabos de La Foz de Morcín, de la Verdura y la Menestra Tudelana, del Queso de Cantabria, del Queso Manchego, del Bonito del Norte de Colindres, de la Nécora de Noja, de los Corsarios Vascos de San Juan de Luz... desfilaron, acompañados de los Gaiteros de Logroño, por las calles del centro de la ciudad con sus característicos atuendos y blasones.

En el acto fueron investidos trece nuevos cofrades de número, como el apicultor Álvaro Garrido, y otros cinco de mérito. La Cofradía de San Bernabé ha sido designada en la categoría de 'Cofradías Riojanas «por su labor imprescindible», María Vargas, en 'Enología y dirección técnica', por su trabajo en Bodegas Marqués de Murrieta; Angelita Alfaro, en 'Cocina y gastronomía', por su labor de cocinera y escritora de libros de recetas; Antonio Tomás Palacios, en 'Investigación y docencia', «por el análisis sensorial del vino»; y nuestro compañero de Diario LA RIOJA Alberto Gil, en 'Periodismo y literatura', «por su divulgación del vino de Rioja».

Pedro León, vicepresidente de la Cofradía del Vino de Rioja, destacó las diferencias contribuciones realizadas por los distintos nuevos cofrades de mérito. «Sean de una rama u otra, todos han contribuido a exaltar el vino», señaló Pedro León. Por otra parte, Pedro Crespo, gran maestre y presidente de la Cofradía del Vino de Rioja, subrayó la hermandad existente con la Cofradía de San Bernabé, compartiendo varios miembros la participación en ambas. «Nos reunimos desde 1984 para celebrar un acto capitular que consiste en los nombramientos de nuevos cofrades, antes dos veces al año y ahora una», recordó.

La Cofradía del Vino de Rioja cuenta con dieciséis cofrades de honor y, con los nuevos realizados ayer, se han alcanzado los 1.257 nombramientos de número, aunque no todos lo son actualmente debido a defunciones y bajas. El enólogo responsable del laboratorio Excell Ibérica, Antonio Palacios, manifestó su agradecimiento por el nombramiento. «Es un grandísimo honor porque la Cofradía defiende los valores institucionales del territorio donde se produce vino y anima a disfrutar de él, así que formar parte de este engranaje es un orgullo», reconoció Palacios. Por otra parte, Alberto Gil mostró igualmente su gratitud. «Es un honor formar parte de esta familia, como embajadores del Rioja que son. A mí me gusta ser discreto. Los periodistas estamos más acostumbrados a collejas, así que la satisfacción es doble porque no hay colleja sino premio», reconoció Gil.