Eva e Izaskun mantienen una relación estable desde hace más de una década fruto de la cual tienen dos niños mellizos, por eso defienden que la sociedad debe percibir con normalidad y naturalidad los distintos modelos de familia que hay.
– Las trabas burocráticas no existen ya a la hora de contraer matrimonio desde que se dio aquel gran paso, pero sí que te las encuentras cuando decidimos tener hijos. No es justo. Sobre el papel, debe desterrarse el padre y madre y ser sólo solo cónyuges.
– Quedan cosas que cambiar, por tanto, ¿no?
– Sí. Muchas. Nosotros dimos el paso de casarnos, precisamente, porque éramos conscientes de que todo iba a ser más fácil para legalizar la situación de nuestros hijos. Pero a pesar incluso de eso, en su día tuve que presentar en el registro una declaración de que mis hijos eran míos también, aunque no los hubiese gestado e incluso de que había consentido que mi mujer se quedara embarazada. Eso es algo que un padre no tiene que hacer.
– ¿Qué valora más positivo?
– Que se ha evolucionado mucho en la percepción de diversidad de familias que puede haber. Hay personas que tienen aún reparos pero cada vez son menos y más las que aceptan que un niño pueda tener dos mamás o dos papás con naturalidad.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.