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La Rioja
Lunes, 25 de marzo 2024
En septiembre de 2003, un atentado terrorista se hizo sentir de manera muy especial en La Rioja a pesar de que no tuvo lugar en su territorio, sino muy cerca, en el conocido puerto de Herrera. Ese 14 de septiembre, unos terroristas emboscaron a una ... patrulla de la Ertzaintza y lograron herir a un agente, mientras que uno de los terroristas fallecía por los disparos de los agentes de la policía autonómica.
Ahora, veinte años después, la pareja que fue condenada a 25 años de prisión por esa emboscada, formada por Asier Mardones y Josune Oña, comparte desde hace un mes celda en la cárcel alavesa de Zaballa, según ha desvelado David González en El Correo. Se trata de una situación inédita en las cárceles vascas. Ambos miembros del matrimonio salen por la mañana del centro penitenciario a formarse y vuelven por la noche a dormir en la misma celda. Con anterioridad, Mardones y Oña habían compartido condena en la misma cárcel (por ejemplo, en Logroño) pero nunca en la misma celda.
Ese 14 de septiembre, los terroristas robaron un vehículo a una pareja de jóvenes logroñeses a los que, a punta de pistola, amordazaron y dejaron atados a un árbol. Con ese vehículo en su poder, llamaron a SOS Rioja para informar de un supuesto accidente (un coche que había chocado con un jabalí en el entorno de 'El Balcón de La Rioja'). Cuando una patrulla de la Ertzaintza se acercó al lugar, los terroristas emboscados comenzaron a disparar con una escopeta de cañones recortados cuando los agentes aún no se habían bajado del automóvil.
Con sus armas reglamentarias, los policías (ambos resultaron heridos) repelieron la agresión e hirieron de muerte al etarra Arkaitz Otazua, cuyo cadáver fue encontrado al día siguiente a pocos metros del lugar de la emboscada.
Las pistas dejadas por los terroristas entonces veinteañeros les llevaron a localizar el piso franco donde se había preparado el atentado: un piso de veraneo en Entrena perteneciente a la familia de Otazua, el etarra fallecido en la refriega. Miembros del GAR de la Guardia Civil y de la Ertzaintza entraron al día siguiente del atentado en la casa y localizaron la ropa de dos hombres (los agentes ya habían descubierto que el huido era Mardones) y de una mujer que habían pernoctado allí la noche anterior.
Quince días después del atentado, la Guardia Civil descubría el vehículo con el que una terrorista aún sin rostro esperaba a sus compañeros para huir de La Herrera. El coche, propiedad de la madre de Otazua, fue hallado el 30 de septiembre en Torremontalbo y resultó una pista determinante para que, en noviembre, el Ministerior de Interior identificase a Josune Oña como la tercera terrorista del comando que había atentado en el puerto riojano-alavés.
Mardones y Oña se convirtieron en una prioridad para las fuerzas de seguridad que, en julio de 2004, lograban detenerlos. Su juicio se celebró en julio de 2008 y acabaron condenados a 74 y 69 años de cárcel, respectivamente, aunque con un máximo de pena de 25 años de cárcel que ahora, ya en la recta final, comparten desde la misma celda de la cárcel de Zaballa.
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