La reducción de la mortalidad es mayor si los árboles envejecen. J. R.

Un estudio codirigido por el ISGlobal revela que plantar árboles salva vidas

El número de ejemplares se asocia con una menor mortalidad, cuyo efecto es más pronunciado a medida que los árboles crecen

LA RIOJA

Sábado, 19 de noviembre 2022, 01:00

Cada árbol plantado ayuda a reducir en un 20% la mortalidad no accidental y en un 6% la cardiovascular si los ejemplares se plantaron de 15 a 30 años antes. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio codirigido por el Instituto de ... Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación 'la Caixa', y el Servicio Forestal del USDA. El informe, publicado en la revista Environment International, también estima que los beneficios económicos anuales de plantar árboles superan con creces el coste de su mantenimiento.

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Cada vez hay más evidencias que apuntan a una asociación entre la exposición a la naturaleza y una menor mortalidad. Sin embargo, «la mayoría de los estudios emplean imágenes de satélite para estimar el índice de vegetación, que no distingue los tipos y no puede traducirse directamente en intervenciones tangibles», señala Payam Dadvand, investigador del ISGlobal y autor principal del estudio. Ante esta situación, los científicos aprovecharon un experimento que se desarrolló en Portland entre 1990 y 2019, donde Friends of Trees plantó 49.246 árboles en las calles.

El equipo investigador analizó el número de árboles plantados en una zona determinada (en un área censal, donde viven 4.000 personas) en los 5, 10 o 15 años precedentes. Después, en base a los datos de la Autoridad Sanitaria de Oregón, asociaron esa información con la mortalidad ocasionada por causas cardiovasculares, respiratorias o no accidentales en ese mismo lugar.

Los resultados muestran que en los barrios en los que se habían plantado más árboles, la tasa de mortalidad (muerte por cada 100.000 personas) era menor. Esta asociación negativa era significativa para la mortalidad cardiovascular y la no accidental (es decir, todas las causas excluyendo los accidentes), para los hombres y las personas mayores de 65 años.

Además, la asociación fue más fuerte a medida que los árboles envejecían y crecían: la reducción en la tasa de mortalidad asociada a árboles plantados entre 11 y 15 años antes (30%) era el doble de la observada con los ejemplares sembrados entre uno y cinco años antes (15%). Esto significa que los árboles más viejos están asociados a una mayor disminución de la mortalidad, y que conservar los árboles maduros puede ser especialmente importante para la salud pública.

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