Casi tres de cada diez adolescentes riojanos de la ESO presentan niveles de sobrepeso u obesidad

Según la investigación, la proporción de estudiantes con sobrepeso u obesidad es mayor en los varones (28,4%) que en las mujeres (24,1%), que presentan un nivel mayor de bienestar en el entorno escolar y un mayor hábito de consumo de verduras, si bien ellas practican menos deporte. Otro dato destacado es que el 26,5% del total muestra una capacidad cardiorrespiratoria «de riesgo» vinculada a un bajo nivel de actividad física.

En su tesis, Raúl Jiménez, que logró la calificación de sobresaliente 'cum laude', arroja datos preocupantes relacionados con el consumo de la dieta Mediterránea, que es seguida de forma habitual por el 49% de los adolescentes, lo que significa que uno de cada dos no la sigue. «Estamos en un país mediterráneo y nuestra dieta es sinónimo de salud, por eso es la que habría que consumir, a no ser que por cuestión cultural se sigan otras dietas, que también pueden ser saludables».

Otras de las conclusiones del estudio es que los inmigrantes tienen mayor riesgo de sufrir sobrepeso. «Se han visto peores hábitos en general, realizan menos actividad física, tienen peor adherencia a la dieta mediterránea y un peor bienestar general», señala el autor, aunque matiza que no se han detectado diferencias en relación al bienestar asociado al entorno escolar ni al nivel de actividad física realizado en horario lectivo. El sobrepeso y la obesidad (mayor masa muscular) también tienen una relación directa con el rendimiento escolar: «Hay adolescentes con este problema que tienen un peor bienestar en el centro y eso acaba afectando en los estudios».

En la investigación realizada entre alumnos de 25 centros educativos, a los que se preguntó, por ejemplo, por el consumo de pasteles, también se refleja que el 42,7% manifiesta su deseo de estar más delgados, mientras que el 17,1% aspira a subir de peso. Las tasas de insatisfacción aumentan en los de mayor edad, migrantes y chicas. Vivir en la ciudad o en un entorno rural no predispone a la obesidad, pero Raúl Jiménez concluye que los adolescentes de zonas rurales duermen más horas por la noche y en general gozan de un mayor bienestar psicológico. Por lo que respecta a las zonas urbanas, el consumo de comida rápida es «mayor», así como la práctica deportiva, «que se suele practicar entre las 18 y las 22 horas», señala en su estudio, desarrollado en el Departamento de Ciencias de la Educación.