Secciones
Servicios
Destacamos
La primera piedra de la terminal de autobuses se colocó en 1948, pero no fue inaugurada hasta el 9 de noviembre de 1958.
Las obras de construcción de la futura estación de autobuses de Logroño, que arrancaron en el año 2017, van a buen ... ritmo. Así lo ha asegurado la semana pasada Iñaki Ábalos, arquitecto autor del PERI Ferrocarril de Logroño, quien confía en que la nueva infraestructura pueda estar pronto en funcionamiento. Pero mientras esto ocurra, la estación de avenida de España, inaugurada en 1958, seguirá cumpliendo su función.
Al igual que está ocurriendo en la actualidad con motivo del soterramiento, hace setenta años arrancó en la ciudad el proyecto para trasladar las antiguas vías casi un kilómetro hacia el sur, incluyendo la construcción de una nueva estación de tren y de la primera estación de autobuses que iba a tener Logroño. Hasta entonces, los denominados coches de línea paraban en diferentes puntos del casco urbano y, sobre todo, entre el Espolón y la calle Bretón de los Herreros.
Así, el 12 de julio de 1948, las autoridades de la época protagonizaron el solemne acto de colocación de la primera piedra, tanto de la estación de ferrocarril como de la estación de autobuses. No faltaron a la cita el alcalde de capital riojana, Julio Pernas; el obispo de la diócesis de Calahorra y La Calzada, Fidel García; el gobernador civil, Alberto Martín Gamero, a quienes acompañaban, llegados desde Madrid, el ministro de Obras Públicas, José María Fernández Ladreda, y el ilustre paisano Eduardo González Gallarza, quien por aquel entonces ocupaba la cartera del Ministerio del Ejército del Aire.
A la vez que se trazaba la estación, nacía en esta zona del ensanche logroñés la avenida de España, nueva calle que comunicaría con la futura estación de ferrocarril, con fachadas a Pío XII, Vara de Rey, Belchite y la citada avenida de España.
El imponente edificio fue proyectado por los arquitectos municipales Jaime Carceller y Luis González, mientras que las obras de construcción fueron adjudicadas por subasta al constructor Esteban Ortega, según cuenta el cronista Jerónimo Jiménez en su obra 'Las calles de Logroño y su historia'. El presupuesto se elevó nada menos que a casi cuatro millones y medio de pesetas (4.452.458), lo que era una auténtica fortuna para aquellos años de posguerra.
Además de albergar 71 plazas para autocares y los correspondientes andenes y otros servicios básicos para los viajeros, el inmueble incluía la construcción de 82 viviendas para el Ayuntamiento de Logroño, cuyo gestor fue Joaquín González Gallarza, hermano del héroe del Vuelo Madrid-Manila.
El emblemático bloque, que ocupaba toda una manzana, tenía una extensión de 4.280 metros cuadrados y el conjunto de la superficie construida llegaba a los 10.880 metros cuadrados, donde se fueron abriendo oficinas propias de la infraestructura, como taquillas, kiosco, consignas... y otras que, a lo largo de seis décadas, han ido siendo ocupadas por diferentes instituciones sociales y culturales
El proceso de edificación fue largo y complejo -como puede apreciarse en las fotos-, pero se demoró todavía más porque -a diferencia de lo que ha ocurrido ahora, pues Adif ya puso en marcha la estación en el año 2011- las autoridades querían que su apertura coincidiera tanto con el final del traslado de la vía como con el estreno de la estación ferroviaria.
De esta manera, el 9 de noviembre de 1958, con la presencia de Jorge Vigón, ministro de Obras Públicas, y de una larga comitiva de autoridades políticas, militares y religiosas, quedaron inauguradas las dos estaciones y el nuevo trazado del tren.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.