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Segundas navidades en pandemia y aunque las de 2021 nada tienen que ver con las vividas doce meses antes, la decisión del TSJR de no admitir las cautelarísimas de los hosteleros riojanos para evitar el cierre de sus establecimientos a la una de la madrugada, como así lo había impuesto el Gobierno regional para frenar la colosal escalada de la sexta ola, no abortó, sin embargo, las celebraciones del último día del año. Todo lo contrario, alentó el espíritu de la Tardevieja y de los botellones que en Logroño, poco después de las doce campanadas, tomaron el parque del Ebro.
A mediodía del viernes comenzaron los primeros festejos del Año Nuevo. Cientos de jóvenes decidieron anticipar su salida a la calle con amigos y celebrar unos cotillones vespertinos en varios de los locales que, ante el adelanto de la hora de cierre, mantuvieron sus puertas abiertas a lo largo de toda la tarde. Así ocurrió en varios de los establecimientos de la capitalina plaza del Mercado, en la calle Laurel y en la plaza Martínez Zaporta.
Tras las doce campanadas y a falta de cotillones, cientos de jóvenes – hasta 3.000 según las asociaciones de Discotecas, Ocio Nocturno y Hostelería de La Rioja– convocados a través de redes sociales se concentraron en torno al botellón a las orillas de un río Ebro envuelto en una densa niebla que apenas levantó en la primera jornada de este 2022.
Pese a la multitud de celebraciones, la última noche del año, según informó ayer el SOS Rioja, transcurrió con relativa tranquilidad. Desde las 22 horas del viernes hasta las 7.30 de la mañana de ayer se registraron 120 expedientes. La mayoría de ellos, consultas sanitarias relacionadas con el COVID. El resto, incidentes menores ocasionados por botellones, principalmente en Logroño y Pradejón, por intoxicaciones y peleas. En Najera y Arnedo hubo sendos incendios de contenedores.
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El cierre anticipado de los bares y locales de ocio nocturno impuesto el pasado día 29 dada la vertiginosa evolución de la curva de la pandemia, despertó la ira de los hosteleros porque, en la práctica, implicaba la anulación de las fiestas de Nochevieja que bares, discotecas y restaurantes habían organizado, casi todas ellas con las entradas ya vendidas. La medida, criticaron al poco de ser anunciada, suponía un nuevo golpe para el sector que entonces ya alertó que de ese modo se promoverían los botellones y las fiestas privadas en bajeras y locales de la región.
Precisamente, sus presagios se cumplieron y ayer, según recoge Europa Press, las asociaciones de Discotecas, Ocio Nocturno y Hostería de La Rioja criticaron el «'macrobotellón'» de la Nochevieja, en el parque del Ebro, que llego a congregar, a las tres de la mañana, a más de 3.000 personas, mientras los «cotillones se suspendieron» por las medidas restrictivas del Gobierno de La Rioja.
Las asociaciones apuntaron que en la zona había «bebida, música, petardos, fuegos artificiales y apenas se notó presencia policial», con «alguna patrulla que, de vez en cuando, pasaba en vehículo por la calle Norte».
Ante esta situación, se preguntaban: «¿Para esto han restringido la actividad de las discotecas y del ocio nocturno? ¿Para esto han suspendido los cotillones? Al parecer, era mejor opción que la gente este en la calle concentrada sin mascarilla, teniendo que aguantar temperaturas de 4ºC y con una humedad del cien por cien». Para concluir, lamentaban que «se han lucido en todos los sentidos», al mandar «a la ruina» a varios sectores.
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Javier Campos y Justo Rodríguez | Logroño
Juan Cano, Sara I. Belled y Clara Privé
Alfonso Torices (texto) | Madrid y Clara Privé (gráficos) | Santander
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