14N, un año esperando a la Audiencia Provincial

Según explican desde sus defensas, el paso del recurso por la Audiencia Provincial ha sido complejo no tanto por su contenido, como su propia existencia física. «En algún momento el expediente se debió de perder y luego reapareció», explica Henar Moreno, que asumió la defensa de Merino. Ahora, con la carpeta del caso 14N localizada, los procesados esperan a que el tribunal fije una fecha de deliberación y analicen las cuestiones pertinentes. Una vez que los jueces entren a fondo en el caso, el fallo podría retrasarse una semana. ¿Cuándo será eso? Probablemente, calculan las defensas, no antes del primer trimestre del 2020.

Hace un año, los tres procesados (junto a Alberdi y Merino estaba I.I.M., que pactó una condena de seis meses con la Fiscalía) acudían al Palacio de Justicia y recibían la sentencia. La titular del Juzgado de lo Penal 1 entendía que Jorge Merino era el autor de un delito de desórdenes públicos por el que fue condenado a 1 año de prisión y que Pablo Alberdi cometió uno de de atentado (con la agravante de reincidencia) y otro de desórdenes por los que debería cumplir una pena de cuatro años y nueve meses.

Fue el punto final a un proceso complejo y politizado vinculado a los incidentes posteriores a la manifestación de la Huelga General del 14 de noviembre del 2012 en la que, a las órdenes del hoy comisario jefe de Policía Local de Logroño, Fernando Fernández Beneite, los antidisturbios cargaban con dureza contra los manifestantes y disparaban pelotas de goma contra los concentrados en la trasera de la Concha del Espolón.

Según aquel fallo, Jorge Merino arengó a los congregados en El Espolón al término de la manifestación y Pablo Alberdi lanzó una piedra de gran tamaño a un policía y golpeó «violentamente» a otro agente [Fernando Fernández Beneite] con una pancarta de cartón después de que este le empujara en dos ocasiones hasta tirarlo al suelo, la contundente versión de hechos apuntada desde el Ministerio Fiscal que los vídeos que aún circulan en Internet no acaban de dejar clara.

Desde el primer momento, los acusados activaron la campaña 'No caso 14N' y vinieron a acusar a Alberto Bretón (entonces delegado del Gobierno en La Rioja) de ordenar las cargas y a Beneite de ejecutarlas. Además de denunciar la manipulación de los atestados, siempre defendieron que la grabación que podría probar su inocencia fue la de la Policía Nacional y que alguien decidió eliminar.

Pablo Alberdi fue el primero en ser detenido en el mismo lugar de los hechos. Su defensa siempre alegó que los agentes actuaron con la presunción de culpabilidad de las personas de la CNT (sindicato al que pertenece Alberdi). Según defendió en la vista «cuando comenzó la primera carga no se ven piedras (cuyo lanzamiento provocó, presuntamente, la reacción policial), tornillos ni adoquines, sólo dos globos de pintura», señalados por varios testigos como detonante de la carga. Los vídeos que grabó la Policía se destruyeron porque habrían desvirtuado las acusaciones que se formulan, señaló entonces.

Cuando las cargas se sucedían, Jorge Merino estaba camino de San Adrián. Entraba a trabajar a las 22 horas. Recordó que durante la jornada hubo algún incidente en el que él mismo medió y cuando le preguntaron por la frase 'el patrón solo entiende un lenguaje: boicot, huelga y sabotaje' recordó que se trata de «un consigna histórica» de la CNT. «Nuestro plan era que todo fuera pacífico durante aquella jornada», añadió. A la mañana siguiente acudió a la Policía Nacional y fue detenido.

Durante todo el tiempo que pasó entre los incidentes y el juicio las cosas cambiaron mucho. Sobre todo la acusación de la Fiscalía: primero (noviembre del 2012) pidió 7 años y medio de cárcel para Jorge Merino y 5 años y 7 meses para Pablo Alberdi; cuatro meses después (febrero del 2013) elevó la pena hasta los 9 años para Merino y hasta los 7 años y medio para Alberdi; en el tercero bajó la petición para Jorge hasta los 2 años y fijó la de Pablo en los 6 años y 9 meses. No solo eso, en mayo del 2017 la Fiscalía y el abogado del Estado pusieron sobre la mesa un acuerdo: si reconocían los hechos las condenas serían menores y no acarrearían su ingreso en prisión. Jorge y Pablo no lo aceptaron (I.I.M. el tercer procesado, dio su visto bueno). «Teníamos que mantener la dignidad», decían ambos antes del juicio.

En abril del 2018, horas antes de que comenzara el juicio, Merino decía que desde aquella Huelga General había vivido «una película de miedo» mientras que Alberdi era contundente: «tras cinco años siendo criminalizado no acepto ser culpable de nada».

Tras el fallo, la más contundente fue Henar Moreno: «Queda constatado que asistimos a un juicio político, donde los diferentes movimientos sociales y sindicales, que mantenían la movilización en la calle contra los recortes que el Estado sufrió en aquellos años, eran los señalados». A ello añadía que la acusación «no pudo probar la culpabilidad de Jorge, de Pablo y de Iñaki, sino que nosotros conseguimos probar su inocencia. Con probar la inocencia no basta; hay que acreditar que esto es un montaje porque si no siempre les queda la estrategia de copiar y pegar el escrito de acusación, que es lo que hemos visto».

Ya han pasado seis años y medio desde aquella manifestación y todo sigue igual. Ni hay sentencia definitiva ni se le espera... Al menos, de momento.