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Los riojanos se despertaron el miércoles un 10,6% más pobres que como se acostaron en la noche del martes. El INE publicó este miércoles el dato definitivo del Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondiente al mes de marzo y confirmó una escalada alcista ... de la inflación en la comunidad hasta el 10,6%, inédita en los últimos 37 años. Para encontrar una tasa similar hay que retrotraerse hasta abril de 1985.
Los precios de la luz y del gas (39,1%), de los combustibles (18,5%) y, en menor medida, del vestido y el calzado (10,5%), son los responsables de este aumento del IPC de dos dígitos, ocho décimas superior al registrado de media por España, el 9,8%, ya adelantado hace unos días. En la estadística absoluta, La Rioja es la cuarta comunidad con una tasa de inflación interanual más alta, solo por detrás de Castilla-La Mancha (11,7%), Castilla y León (11%) y Aragón (10,7%).
En el conjunto del país, el IPC subió el 9,8%, más de dos puntos por encima de la tasa registrada el mes anterior. Es la más alta desde mayo de 1985. Entre los grupos que más han influido en esta subida destacan la luz y el gas (33,1%), el transporte (18,6%) y los alimentos y las bebidas no alcohólicas (6,8%). La tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó cuatro décimas en marzo, hasta el 3,4%, casi seis puntos y medio por debajo de la del IPC general. Con todo se trata de la mayor ratio desde septiembre de 2008.
Estadística constató ayer que la inflación está desbocada y fuera de control también en La Rioja, persistiendo en una senda ascendente que inició ya hace casi un año y que, como en el conjunto del país se ha acelerado por la guerra en Ucrania, ya que los mercados internacionales energéticos se han tensionado como nunca lo habían hecho en un periodo de tiempo tan corto.
En febrero del año pasado, el IPC todavía cerraba en negativo en la comunidad (-0,2%), pero a partir de marzo emprendió una carrera sin freno hasta batir el pasado mes de marzo todos los récords conocidos en casi cuatro décadas.
De hecho, en 37 años, la ratio más elevada fue la de mayo de 1985, con una inflación del 10,8%. Pero si se amplía la vista a toda la serie histórica completa que permite consultar el INE, la mayor tasa de IPC se registró en la comunidad en enero de 1979, cuando se encaramó hasta el 17,6%. Durante los seis años siguientes, la inflación siguió por encima de los dos dígitos, correlación que sólo se empezó a corregir a partir de junio de 1985 (9%). En los ejercicios posteriores, y coincidiendo con las dos grandes crisis que han asolado al país (la financiera de la pasada década y las más reciente provocada por la pandemia del COVID), el IPC ha cerrado no pocos meses veces en negativo. Esta situación varió a partir del pasado verano, cuando la economía comenzó a despegar lentamente, y se ha agudizado en los cuatro primeros meses del año, volviendo a superar el IPC el techo del 10% en la región e impactando de lleno en la capacidad adquisitiva de los riojanos.
Hace una semana, este diario ofrecía datos exhaustivos del 'roto' que la inflación había hecho en la riqueza financiera de las familias y en las nóminas de los 71.656 pensionistas y 120.700 asalariados riojanos solo durante los dos primeros meses del año. Con el dato de marzo, los 'agujeros' se han ensanchado: la inflación se ha 'comido' en el primer trimestre del año 1.029,6 millones del ahorro en depósitos bancarios (9.713 millones al cierre de 2021), 113,4 euros de la pensión media (1.070 euros) y 166,6 euros del salario promedio mensual (1.572 euros). En total, un 'mordisco' de 1.057,8 millones de euros.
En La Rioja como, en general, en el resto del país, el encarecimiento de la vida se ha producido, sobre todo, por la subida en el capítulo de 'vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles', con un 39,1% de aumento respecto a marzo de 2021. También han repuntado de forma notable (18,5%) los precios del transporte, como consecuencia del encarecimiento brutal de los carburantes y, asimismo, los artículos de vestido y calzado (10,5%).
Otros de los bienes más inflacionistas son los alimentos y las bebidas no alcohólicas (la tasa se elevó el 5,7%), los restaurantes y hoteles (4,9%), los muebles y los artículos y los servicios de mantenimiento del hogar (3,9%) y el capítulo de 'otros bienes y servicios', entre los que se encuentran las peluquerías y los gimnasios, que en conjunto encarecieron sus precios el 3,4%.
Solo dos de los doce grupos de artículos catalogados por el INE se abarataron en La Rioja en el último años: la enseñanza (-3,6%) y las comunicaciones (-0,5%).
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La electricidad y las gasolinas son los dos grandes productos que explican este alza de los precios, pero el problema es que el encarecimiento se ha extendido a la mayor parte de los alimentos que componen la cesta de la compra, con lo cual el consumidor está sufriendo en sus bolsillos los efectos de la inflación desmedida. Y esto se refleja en que la tasa de variación anual de la inflación subyacente (sin contar alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó cuatro décimas hasta el 3,4%.
Con el dato de marzo, el IPC interanual encadena en la región su decimosegunda tasa positiva consecutiva y suma seis meses continuados en cotas superiores al 5%, nivel que no se veía desde hace catorce años. Y, según lo que vaticinan los expertos, esta tensión inflacionista no tiene visos de relajarse en el corto plazo (la tasa sí podrá ir moderándose para terminar el año en el entorno del 7,5%, prevé el Banco de España), aunque todo dependerá de cuánto se prolongue el conflicto bélico en el este de Europa por la presión que está provocando en los precios energéticos.
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