El ertzaina narco filtró a los traficantes matrículas y rutinas de sus compañeros antidroga

El agente, ahora en prisión preventiva en la cárcel de Logroño, trabajaba como 'correo' de la organización criminal en un escalafón elevado y guardaba y transportaba los alijos traídos desde Madrid

Miércoles, 5 de octubre 2022, 09:22

El ertzaina detenido con 55 kilos de cocaína en su domicilio en Galdácano filtraba información sobre sus compañeros, agentes antidroga del cuerpo, a la organización criminal a la que pertenecía. Entre otros datos, según ha podido saber este periódico, pasó modelos de vehículos y matrículas ... empleadas por los policías del grupo de Drogas de la comisaría de Bilbao a los miembros de la red, además de revelar sus rutinas y horarios. De esta forma, los traficantes podrían saber si estaban siendo perseguidos por la Ertzaintza.

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Para entonces, los investigadores ya seguían la pista de A.S.M., de 49 años. Conocían todos sus movimientos y pudieron así neutralizar los efectos de su espionaje. El sospechoso llegó a escuchar comunicaciones por emisora de los especialistas cuando estaba trabajando, aunque en los últimos tiempos se encontraba de baja de larga duración. La compleja investigación se intensificó a partir de 2021, cuando entró en juego también la unidad de Asuntos Internos, la DIG de la Policía autonómica.

Licenciado en la 14 promoción de la Ertzaintza, en noviembre de 1994, el agente había pasado por las comisarías de Bergara, Vitoria, donde estuvo destinado en acompañamientos (escoltas a mujeres maltratadas), y en el grupo de reclamados, conocido en la Ertzainetxea de Bilbao como 'Los Marsal', dedicados a detener a prófugos de la Justicia. No tuvo, sin embargo, ninguna relación con las pesquisas llevadas a cabo para combatir el tráfico de estupefacientes.

Espionaje

Cuando trabajaba, escuchó comunicaciones de los especialistas a través de la emisora policial

Tarjeta profesional

La placa le daba un plus en el entramado criminal, ya que podría saltarse un control con facilidad

Móviles desaparecidos

Su placa, la tarjeta profesional, le confería un plus dentro del entramado criminal, ya que, de haberse presentado la oportunidad, podría haber pasado un control policial con facilidad. El agente trabajaba como 'correo' de la organización criminal, situado en un escalafón elevado. Guardaba y transportaba los alijos, que se adquirían en Madrid y se distribuían después tanto en Euskadi como en comunidades limítrofes, como Cantabria, Navarra, La Rioja o Aragón. Llegó a ocultar una gran cantidad de cocaína en su vivienda. En el registro domiciliario tras su detención, el pasado jueves, se incautaron 55 kilos de esta sustancia.

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También utilizó su acreditación policial para acceder a espacios de la comisaría de Vitoria donde a los compañeros les desaparecían después teléfonos móviles y otras pertenencias. De hecho, estuvo expedientado por estos supuestos robos y alegó que sufría ludopatía y otras adicciones para eludir la expulsión del cuerpo.

Fue detenido acusado de tráfico de drogas en cantidad de notoria importancia junto a un socio, ajeno a la Policía autonómica, con antecedentes por delitos de lesiones, aunque no contra la salud pública. Tras ser puestos a disposición judicial, el ertzaina fue trasladado al módulo para policías de la cárcel de Logroño y su compinche, a la prisión de Basauri.

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