Un equipo de la Guardia Civil para atajar «la más terrible expresión de rechazo a las personas»

Los delitos de odio, señala Sáez, son la «más terrible expresión de la intolerancia y el rechazo a las personas por el mero hecho de ser diferentes». Los ejemplos más habituales son el racismo, la xenofobia, la homofobia, la aporofobia, la intolerancia religiosa en cualquiera de sus manifestaciones: islamofobia, antisemitismo o cristianofobia, la misoginia, el desprecio a personas discapacitadas y otras formas de odio dirigidas contra las personas «basadas únicamente en el desprecio a su diferencia».

Todo esto motivó que junto al nuevo equipo dedicado a esta cuestión, a finales del año pasado también se presentase un nuevo plan de actuación ante los delitos de odio y conductas, cuyas víctimas son hoy «una prioridad», apunta el responsable de la oficina periférica de comunicación.

La finalidad de este Plan es proporcionar una respuesta integral de la Guardia Civil contra los delitos de odio y conductas que vulneren las normas legales sobre discriminación, estableciendo los procedimientos generales de actuación del instituto armado en ese ámbito.

Aunque no son habituales, tal como recuerda Sáez, el pasado mes de marzo, la Guardia Civil detuvo a un varón de 47 años, residente en Logroño como presunto autor de los delitos de odio, usurpación de estado civil, acoso, injurias y calumnias.

El arrestado suplantó la identidad de un directivo de una conocida empresa riojana para lanzar mensajes de odio en su nombre, acosarlo y difamarlo, tanto a él, como a su mujer, a su entorno familiar y a la empresa donde trabajaba.

La investigación, en el marco de la operación 'Infamare', enmarcada dentro del protocolo para la prevención de delitos de odio en internet y uso responsable de los medios tecnológicos, comenzó en agosto del pasado año cuando el afectado, residente en la capital riojana y directivo de una empresa, acudió a dependencias de la Guardia Civil para solicitar ayuda.