La epidemia apenas impacta en los negocios chinos en La Rioja

Y es que Ying sostiene que «nuestros clientes son habituales y siguen acudiendo a comprar. Únicamente, la gente nos pregunta qué tal está nuestra familia de China y si tenemos allegados en la ciudad de Wuhan», el epicentro de la epidemia. No es su caso, ni el del resto de los comerciantes chinos consultados para este reportaje.

«La mayoría de los chinos que vivimos en Logroño procedemos de Zhenjiang, y unos pocos de Fujian, y eso está a unos 2.000 kilómetros de Wuhan», explica Xiaoyong Ye, dueño de la tienda de reparación de móviles Tecnobits en la calle Chile. Como en el caso de Ying, su negocio tampoco se ha resentido por el coronavirus. «Todos los días tengo cola de clientes», sonríe. «No siento que la gente tenga miedo», afirma.

Y eso que Xiaoyong voló hasta su municipio de origen, Qingtian, para pasar el año nuevo Chino. «Cuando estuve, por mi pueblo podías salir a la calle sin mascarilla, pero no te podías desplazar a otra ciudad. Ahora también en mi pueblo hay que llevar mascarilla», relata. Regresó sin síntomas, pero decidió permanecer en cuarentena una semana en su casa de Logroño «por responsabilidad».

También prefirió volver por Hong Kong, en vez de por Shangái, para mayor «seguridad». A él, que es de carácter alegre y bromista, la escapada a su China natal le ha conllevado que sus clientes le «tomen el pelo». «Me dicen que si les voy a contagiar y yo les contesto que si quieren un poquito de coronavirus», cuenta entre risas.

Tampoco Nieves Ye, propietaria del restaurante chino Nieves en Pintor Rosales, ha percibido ningún tipo de recelo de los riojanos hacia la comunidad china. «Llevamos 40 años en La Rioja y nunca hemos tenido ningún problema», asevera. Ella también proviene de Zhenjiang y señala que, «en nuestra zona, la enfermedad está controlada». Respecto al cerco impuesto por las autoridades chinas para evitar la propagación del virus, Xiaoyong opina que «el Gobierno lo está haciendo muy bien impidiendo los desplazamientos».