No es difícil encontrar a alguien que camine por la ciudad con la mascarilla puesta. Tampoco resulta complicado hallar a una persona, pañuelo en mano, dispuesta a aliviar, al menos durante unos segundos, su congestión nasal. La gripe y el resto de enfermedades respiratorias conviven ... con los ciudadanos en esta época del año y los ambulatorios son claro ejemplo de ello. El ir y venir de pacientes es continuo y las toses se dejan oír mucho más que las palabras.
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Este martes, el centro de salud Espartero, de Logroño, dibujaba bien a las claras cuál es la situación de las infecciones respiratorias en La Rioja. A media mañana, la actividad en la entrada era continua. Entraba un paciente, salía otro; se iban dos, se sumaban otros tres. Desde el exterior se podía ver el mostrador de recepción, donde de vez en cuando se acumulaban pacientes, aunque sin retrasar demasiado la atención. Dentro, mientras, no había sensación de agobio y las consultas funcionaban sin aparentes dificultades.
Las personas con gripe o catarro se mezclaban en la entrada con los que acudían al ambulatorio por otros motivos. «Yo vengo por el Sintrom», le respondió una mujer al periodista al preguntarle el motivo de su visita al médico. «Yo estoy un poco mareado», apostillaba otro.
Elena, por su parte, sí que llevaba la mascarilla puesta y reconocía tener mucha tos, pero se congratulaba de una decisión tomada hace un par de meses. «Me vacuné de la gripe y me va muy bien», afirmaba. «Y hoy he venido a vacunarme de neumonía, que hay que cuidarse», añadía.
Elena tosía, como otros muchos pacientes que por allá circulaban. «Estamos a tope estos días», certificaba una médica que se incorporaba a su puesto de trabajo con el objetivo de que sus pacientes vieran aliviados sus síntomas gracias a su labor.
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«Tenemos más carga de trabajo, pero es lo que toca en estas fechas»
José Miguel Acítores es médico de Familia en el centro de salud de Siete Infantes y ahora muchos de sus pacientes llegan a la consulta aquejados de gripe o de algún tipo de enfermedad respiratoria. «Está suponiendo una carga de trabajo importante, pero ya estamos acostumbrados y sabemos que es lo que toca en estas fechas del año», señala el doctor del ambulatorio de la capital riojana.
Para hacer frente a la alta demanda, Acítores explica que se ponen en marcha medidas como la atención a pacientes imprevistos. «Porque muchas veces estos procesos surgen el día antes», reconoce el médico. «Y así se evita que esos pacientes vayan a Urgencias y sí a nuestro nivel asistencial, que es donde se debe tratar estos casos la mayoría de las veces», añade.
Pese a esa mayor carga, Acítores asegura que no se está dando «ningún problema» de atención en el centro de salud. «Tenemos más demanda, pero sabíamos que iba a llegar y la estamos asumiendo bastante bien», reitera. «Por ahora, no me consta que haya quejas al respecto», remata.
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