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La hija de Guillermo, Yolanda Castillo, fue la primera junto a su hermano en ser informada a primera hora de la mañana de ayer de las conclusiones a las que ha llegado la investigación después de dos meses y medio, antes de que los detalles ... fueran expuestos a los medios de comunicación. Además del mal trago que supuso conocer los pormenores, por la tarde entró por primera vez en el domicilio de sus padres desde el suceso.
– ¿Cómo se siente, ha digerido ya la información que le han proporcionado esta mañana?
– Siento tranquilidad porque sé que están en la cárcel unos monstruos sin piedad. Ahora solo deseo que les caiga todo el peso de la ley. Estos meses han sido tan duros que no he encontrado palabras para definir este sufrimiento, para el que nadie está preparado. Me costaba levantarme de la cama y he hecho todo lo posible porque se hiciera justicia por un hombre bueno, admirado y querido por muchísima gente, incluso de fuera, así lo hemos notado. Fue un hombre que triunfó sin proponérselo. Solo quería ser feliz y lo logró, supo ganarse a todo el mundo. Me quedo con la suerte de haberle disfrutado.
– ¿Le ha sorprendido algo de la información desvelada?
– No, sigo pensando que dos chicos no cogen un coche diciendo «vamos a casa de Guillermo a dar un palo». Sigo pensando que de camino podrían haber parado a robar en muchas casas más y con más dinero.
– ¿Le han mostrado las caras de los detenidos? ¿Les conoce?
– Yo a estos dos individuos no los conozco de nada, no los había visto en mi vida. Y mi padre tampoco. Era despistado por naturaleza, no se quedaba con una cara. Venía gente muy conocida al restaurante y a él no le sonaban. Incluso un día vino un futbolista al restaurante que conocemos todos y mi padre no sabía quién era, a pesar de verle a diario en la tele. ¿Cómo va a conocer a este hombre?
– Su padre contrataba trabajadores portugueses, ¿cree que el detenido de esta procedencia pudo tener relación con ellos?
– No lo sé, pero mi padre llevaba años jubilado. Trabajaba porque le gustaba ir a trabajar. ¿Por qué no vinieron a por mí que era quien llevaba el restaurante y quien gestionaba el dinero?
– Hoy ha conocido también la cuantía sustraída en el domicilio. ¿Se esperaba algo mayor?
– No lo sé, eso es lo que dicen, yo no había podido denunciar robo porque no había entrado. Desde luego, en la casa estamos comprobando que hay cosas de valor que no se llevaron. Y hay sangre por todas partes, desde la entrada, sobre todo en el baño. Si entraron a robar, ¿por qué lo hicieron con tanta violencia desde el principio? ¿Por qué golpearon primero de forma brutal y cuando ya estaba malherido para responder, preguntaron? Y hay armarios revueltos y otros intactos. Sigo con muchas dudas.
– La Guardia Civil anunció que se ha esclarecido el caso en cuanto a la detención de los autores materiales. ¿Pero cree que el trabajo está finalizado?
– No lo sé. Yo creo que alguien, en algún momento, les dio un chivatazo. En casa de mi padre no pone 'Aquí vive Guillermo y vive solo'.
– ¿Le han comunicado cuándo les entregarán el cuerpo de su padre?
– Sé que la investigación sigue abierta, que les falta algún detalle, pero aún no hemos hablado de eso. Si está cercana a cerrarse, igual la próxima semana.
– ¿Se quedaría satisfecha si esto se cierra aquí?
– Satisfecha sí porque sé que son los autores materiales, como han insistido. Pero a mí nadie me ha explicado qué pintan ellos aquí. Me cuesta pensar que dos 'yonkis' cojan un vehículo y entren así en casa de mi padre por 600 euros.
La localidad de Cuzcurrita también espera respuestas y tras el anuncio oficial de las dos detenciones ha encontrado algo de consuelo, aunque no ha conseguido la tranquilidad esperada. Y es que quedan muchas preguntas en el aire sobre la vinculación de los detenidos con la localidad y, sobre todo, les queda poder enterrar a Guillermo. Un suceso tan violento y sobre un vecino tan querido en un pueblo donde todos se conocen ha abierto una profunda herida que con las explicaciones de ayer no consiguen cerrar del todo.
Román Urrecho, el alcalde de Cuzcurrita de Río Tirón, celebraba la detención de las dos personas involucradas en el caso, y recogiendo el sentir mayoritario de los vecinos, expuso que creen que tiene que haber alguien más, alguien que conociese a Guillermo y que encargase este asalto. «Las sospechas continúan por el pueblo, creemos que tiene que haber un autor intelectual, alguien que conozca a la familia», manifestó.
Los rumores seguían ayer corriendo de esquina a esquina porque están seguros de que alguien conocía los movimientos de la víctima. Cuál era su casa y cuándo llegaba de trabajar.
Después de la consternación inicial, la llegada del verano y de visitantes ha suavizado un poco el ambiente crispado en el pueblo, pero continúa latente entre los vecinos. «Es verdad que tras conocer las dos detenciones la gente está más tranquila, pero también hay indignación porque hayan soltado a una tercera persona y esté en la calle», señaló Urrecho.
«Esperamos que se resuelva ya definitivamente, que por fin se entregue el cuerpo a la familia y podamos despedirle, y así poder terminar con esta pesadilla», terminó el primer edil, quien también lamentó la falta de información oficial directa
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