Enciso, a la espera de la fibra en casa

En Enciso, el 31% de las viviendas se encuentra en zonas blancas. Es decir, sufren poca cobertura, velocidad lenta o no tienen fibra óptica. Según los datos que ha analizado Diario LA RIOJA de informes al respecto de los gobiernos de La Rioja y de España, 132 de las 417 unidades inmobiliarias de la villa carecen de fibra óptica o de un servicio de internet con una velocidad estándar.

«Trajeron hace unos años la fibra óptica hasta la centralita de la compañía, pero no han hecho distribución por el pueblo...», se resigna Ricardo Ochoa, que está, además de en el Ayuntamiento, al frente de la casa rural La Tahona en una localidad en la que el turismo tiene un gran peso.

La consecuencia de que este paso en el acceso a internet no se haya distribuido por los hogares es que los vecinos se desesperan con la lentitud del servicio. «La cobertura es mala aun pagando... Siempre con problemas. La wifi se va a todas horas, ayer por la mañana, sin ir más lejos. Ver una película sin que se pare treinta veces es misión imposible... y estoy al lado de la plaza del Ayuntamiento», describe una vecina de la villa que también regenta un establecimiento de cara al público.

Cuando el turista visita la villa, atraído sobre todo por ser referente mundial en los yacimientos de huellas de dinosaurios, no percibe esas deficiencias en el suministro al utilizar la cobertura de sus propio teléfono móvil. Pero sí las sienten, sufren y padecen los vecinos de la villa del Alto Cidacos.

Eso sí, vecinos y visitantes disfrutan desde hace un lustro de servicio wifi en toda la localidad gracias a una antena que dispuso el Ayuntamiento de la mano del programa de la Unión Europea WiFi4EU para favorecer la conectividad y el libre acceso a internet en los espacios públicos, en especial en el mundo rural. Fue uno de los 224 municipios en el país, ocho en La Rioja, que se beneficiaron de estas ayudas, que establecían una velocidad mínima a ofrecer de 30 Mbps. «Eso está y nos da cobertura, pero no nos llega la fibra óptica a las casas –expone Ochoa–. Yo tengo el contrato con la compañía que lo trajo a la villa pero sigue siendo el mismo servicio de siempre, con su misma lentitud, con su misma historia... A mí no me ha cambiado nada».