Las empresas ya sufren subidas de costes y retrasos en entregas por la crisis del mar Rojo

Este conflicto se empieza ya a notar en el tejido empresarial «porque las rutas de transporte se van a ralentizar, porque los barcos que no vayan por el mar Rojo han de cruzar el continente africano y eso implica mayores trayectos y costes más elevados», añade el máximo dirigente de la patronal.

A este encarecimiento de los fletes, por ejemplo, ya ponen cifras en dos sectores claves en la economía riojana como el vino y el calzado.«De momento lo que hay es mucho ruido. Aún no tenemos conocimiento de que haya empresas nuestras con problemas, pero de facto ya sabemos que sufriremos un incremento de costes, en torno a 1.000 euros más por contenedor, y de tiempo», señala el director gerente del Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja, Javier Oñate.

En este sentido, Jorge Rivero, director comercial del grupo bodeguero Marqués de Atrio –agrupa a marcas como Faustino Rivero Ulecia–, señala que «aunque cada vez más son los clientes quienes vienen a buscar el producto, si hay que recurrir al alquiler de contenedores ya sabemos qué nos espera: subidas de 1.000 euros». Los ataques terroristas a los barcos cargueros  han provocado un cambio radical en las rutas del tráfico marítimo para eludir la conflictiva ruta del mar Rojo, la más corta entre Asia y Europa, que permite utilizar el paso del Canal de Suez.

«Las navieras declinan hacer ese recorrido y eso afecta a la economía del continente», refrenda García Calzada. Y la alternativa de bordear el Cabo de Buena Esperanza para dirigirse al norte y al sur de Europa «obliga a recorridos más largos». De hecho, «ya se están notando retrasos entre cinco y siete días» con el mercado asiático, por ejemplo, añade Rivero, cuya bodega tiene alianzas comerciales con China.

De este país llegan muchos productos a La Rioja «porque no deja de ser líder mundial en una gran cantidad de materias primas», sostiene el presidente de la FER. No en vano, nuestra comunidad importa conservas hortofrutícolas, materiales textiles, maquinaria y material eléctrico... «y si el conflicto persiste en el tiempo, en dos o tres semanas puede haber roturas en el 'stock'», avisa Pedro López, director de Desarrollo de Negocio de Royo Logística y Transporte.

En el centro intermodal que esta empresa tiene en el polígono de El Sequero «no estamos notando el impacto» de la crisis del mar Rojo y la llegada de trenes procedente de los puertos de Bilbao o Barcelona «funciona con normalidad». Ahora bien, «debemos estar preparados para cualquier contingencia», dice López, sobre todo en clave económica «con importantes aumentos de precio en las materias primas».